Fue una jornada de reuniones intensas para los gobernadores de Unión por la Patria y los de Juntos por el Cambio, preocupados en resolver cómo seguirán sus gestiones. Les inquieta saber cómo se cubrirá la merma de recursos que representaron las últimas modificaciones impositivas decididas por el Gobierno y, además, cómo amortiguarán el impacto de la paralización de la obra pública con la que amenaza el presidente electo Javier Milei. El encuentro de los mandatarios del oficialismo tuvo tres tramos: la primera parte fue una conversación entre ellos, en la segunda se les sumó el futuro ministro del Interior Guillermo Francos y la tercera con el ministro de Economía, Sergio Massa, que les arrimó una respuesta para solucionar la urgencia. Para lo que sigue, tendrán que seguir hablando con Francos.
El origen de la preocupación tiene que ver con la eliminación del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría y la devolución del IVA a las compras de productos de la canasta básica. Las dos medidas representaron una baja en la recaudación para las provincias que, en algunos casos donde las cuentas están muy ajustadas, significa poner en riesgo el pago del aguinaldo. Massa les había prometido un esquema de compensación haciendo coparticipables un porcentaje del impuesto País y del impuesto al Cheque pero nunca se concretó. La llegada de Milei puso todo en cuestión, dado que ya avisó que «no hay plata». Francos había comenzado a hablar individualmente con algunos gobernadores cuando decidieron convocarse en la sede porteña del Bapro para consensuar una posición común.
Francos es una excepción en el armado de La Libertad Avanza dado que se trata de un dirigente de extensa trayectoria política, en la que no ha sido ajeno al peronismo. Por ejemplo, durante la gestión de Daniel Scioli tuvo un puesto de conducción en la misma sede del Bapro donde se encontraron ayer. Durante el actual gobierno de Alberto Fernández se desempeñó como representante argentino ante el BID. Así que conoce bien a todos y también los problemas de los que le hablaban los gobernadores.
Cuando se enteró que se iban a reunir, Francos pidió asistir, de manera de ahorrarse varios llamados telefónicos. Le dijeron que sí.Una curiosidad: Francos prefirió pasarse por el encuentro de los gobernadores del peronismo antes que por el de los mandatarios de Juntos por el Cambio. Eligió bien, porque en el otro -que se supone son sus aliados- el clima estuvo mucho más caldeado. En el Bapro el tono fue cordial.
Ante los micrófonos, Francos se preocupó de dejar claro que los inconvenientes tenían que ver con reformas realizadas por el actual gobierno. Respecto a la obra pública -que sí es un inconveniente generado por las nuevas autoridades dado que prometieron congelarla-, Francos fue ambiguo. Avisó que estudiarían qué obras resultan indispensables y cuáles por ahí se pueden dejar para más adelante, encontrándole un esquema de financiamiento. «Nosotros también tenemos preocupación por las obras públicas», avisó. Una vez más, el futuro ministro matizó las posiciones extremas de Milei.
«Tuvo la gentileza de venir y conversar con nosotros», expresó el gobernador santiagueño Gerardo Zamora, en una muestra del tono amigable del encuentro. Zamora subrayó que las modificaciones impositivas resueltas por la actual gestión y -que Milei dijo que continuarían- representan una merma importante de los ingresos dado que se trata de dos tributos coparticipables. Hay jurisdicciones con problemas para afrontar el aguinaldo pero ni qué hablar respecto a las perspectivas para el año que viene, en un panorama económico que promete un ajuste muy fuerte.
Francos y el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, luego se trasladaron hacia la Casa Rosada para hacer su propia reunión de transición. La conversación giró en torno a la preocupación de los gobernadores. Francos dijo a la salida que apoyarían lo que resolviera el gobierno para salvar la urgencia y que a partir de enero analizarán nuevas maneras de resolver ese hueco. Recordó que los mandatarios de Juntos por el Cambio estaban en la misma, así que la preocupación excedía a un partido y había que buscar una solución de común acuerdo.
Por su lado, los gobernadores fueron convocados por Massa a su despacho en el quinto piso de Economía. De los encuentros, además de Zamora, participaron los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Salta, Gustavo Sáenz; de San Juan, Sergio Uñac; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Catamarca, Raúl Jalil; de Formosa, Gildo Insfrán, de La Rioja, Ricardo Quintela; y de Santa Cruz, Alicia Kirchner; el secretario de Hacienda, Raúl Rigo; y su par de Provincias en el Ministerio de Interior, Bruno Ruggeri. De la reunión en Bapro también estuvieron el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; y de Tierra del Fuego, Gustavo Melella. Además, participó el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
Massa se comprometió a transferir unos 125 mil millones de pesos a través de aportes del tesoro nacional (ATN) que garantizaría que todos puedan pagar sueldos y aguinaldos en diciembre. Ir más allá con los pocos días que le quedan en el cargo sería ilógico. Alberto Fernández avisó que no sacaría un decreto disponiendo el cambio de reparto de esos impuesto, así que quedará en la continuidad del diálogo que mantengan con Francos, quien se mostró dispuesto a mantener el contacto. Para la gestión de La Libertad Avanza también es importante generar un buen vínculo con los gobernadores, de manera de conseguir cierto consenso para la ley ómnibus que presentarán en el Congreso el 11 de diciembre.