Redacción de RiojaLibre
Luego de la participación de la UNLaR en la marcha nacional «Ni una Menos» realizada en Marzo de 2016, la Secretaria de Extensión Universitaria (Liliana Ortiz Fonzalida) a través de la Comisión de Género y Diversidad (Marcela Ceballos) elaboró un proyecto de Protocolo de Intervención como un aporte, para orientar la atención que se brinda a las personas que sufren distintos tipos de acciones y/u omisiones lesivas en el contexto universitario.
En ese entonces, desde la UNLaR informaron: «se está trabajando fuertemente para formar conciencia sobre el tema, para que se contemplen obligatoriamente mecanismos de intervención ante situaciones de violencia, acoso y cualquier tipo de discriminación».
Ahora bien, desde RL le preguntamos a Marcela Ceballos y Liliana Ortiz Fonzalida si el siguiente posteo no se considera una situación de discriminación y violencia de género:
Sigamos con lo que exponía Marcelo Ceballos la propia Comisión cuando se presentó: «con dicho documento formal (Protocolo), se busca orientar a la comunidad educativa hacia la «tolerancia cero» con la violencia de genero por acoso sexual, agresión sexual y violación sexual, conductas que atentan contra la integridad física y emocional de todos/as los/as integrantes de la comunidad universitaria».
En el caso de Gaspanello, lejos de aplicar la ‘tolerancia cero’ que prometió Ceballos, se avala la conducta discriminatoria del Vicerrector con un silencio cómplice y una inacción que sorprenden.
El año pasado, ante el despido de mujeres en el Hospital de Clínicas y la mediatización del caso, desde la Comisión de Género y Diversidad aclararon: «más allá de las denuncias mediáticas, los/as trabajadores/as y ciudadanos/as tenemos por sobre todo medios institucionales adecuados para canalizar estas demandas como la Justicia, el INADI, la Secretaría de Empleo, el Ministerio de Trabajo, etc. Sin las debidas notificaciones y/o denuncias en las instituciones estatales adecuadas, toda manifestación mediática en torno a la situación de sufrimiento y vulnerabilidad de estos/as trabajadores/as podría quedar presa del inescrupuloso uso político de los diversos grupos que disputan el poder en la UNLaR».
Ahora bien, Marcela Ceballos parece no haberse enterado que Flor de la V ya hizo la denuncia en el INADI. Ayer, Aníbal Gutiérrez, director de promoción y desarrollo de prácticas contra la discriminación del Inadi de la Nación, aseguró que se tomó la denuncia de Flor de la V y se le dio curso. «El trámite administrativo ante el INADI por la denuncia de Florencia de la V. por discriminación contra el Vice Rector José Gaspanello ya se inició. Ya existe una denuncia y se inició un trámite administrativo y se llegará al dictamen correspondiente. No tiene plazos establecido, son relativamente cortos los plazos del dictamen», sostuvo el funcionario nacional», aseguró el funcionario nacional.
No hay excusas, si la defensa del Género es sincera, la UNLaR debe actuar e intervenir en el caso del Vicerrector Gaspanello. Sino, todo quedará en la aberrante demagogia de posar con cartelitos mientras las máximas autoridades de la UNLaR discriminan y atacan el género.
A continuación la ‘teoría’, la ‘demagogia’; lo que prometió la Comisión de Género y Diversidad cuando se presentó:
Ante situaciones de violencia de género, el acoso sexual y la discriminación de género en el ámbito de la Universidad Nacional de La Rioja se puede accionar institucionalmente por medio del Protocolo. Pero para ello, tal como lo señala la Ordenanza Consejo Superior N° 077/2016, se debe iniciar por consulta y/o denuncia de la o las personas afectadas. A partir de la cual interviene entonces un equipo interdisciplinario integrado por una Psicóloga, una Trabajadora Social y una Abogada formadas en DDHH y Género. El mismo Protocolo establece estrictamente la confidencialidad y el secreto profesional para resguardo de las personas afectadas, le detallamos seguidamente algunos aspectos centrales de esa normativa:
ARTÍCULO 1°.-Ámbito de aplicación. Este procedimiento rige para todas las relaciones laborales y/o educativas, de carácter permanente o temporario, que se desarrollen en el marco de esta Universidad Nacional de La Rioja.
ARTÍCULO 2°.- Sujetos. Están comprendidos en el marco del presente ordenamiento funcionarios/as de esta Universidad, docentes y no docentes cualquiera sea su condición laboral, estudiantes cualquiera sea su situación académica, personal académico temporario o visitante, terceros que presten servicios no académicos permanentes o temporales en las instalaciones edilicias de la Universidad. En este último caso, además de las acciones civiles o penales que pudieren corresponder, se procederá a evaluar la posibilidad de interrumpir la relación con la empresa prestadora de servicios externa a la institución.
ARTÍCULO 3°.- Situaciones. Este procedimiento incluye situaciones de violencia sexual y discriminación basada en el sexo y/o género de la persona, orientación sexual, identidad de género y expresión de género que tengan por objeto o por resultado, excluir, restringir, limitar, degradar, ofender o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos.
ARTÍCULO 8°.- Procedimiento. Las consultas y/o denuncias podrán ser realizadas por cualquier persona cuyos derechos hayan sido vulnerados por las situaciones que este procedimiento aborda. Para recepcionar consultas y/o denuncias se creará una dirección de correo electrónico que será oportunamente difundida y estará publicada de forma visible en el sitio web de la UNLaR, donde también se incluirá el texto del presente Protocolo, el nombre del/la referente y su horario de atención. La UNLaR proporcionará un espacio físico para la atención de consultas y/o denuncias que garantice las condiciones de privacidad que las mismas ameritan.
La ordenanza completa la pueden encontrar en https://www.unlar.edu.ar/images/fotos-secciones/protocolo-violencia-de-genero/Protocolo-Violencia-de-Gnero.pdf
Sin embargo, la cruel realidad dice que nada de eso es cierto. Cuando quien bastardea el género es el Vicerrector, el silencio cómplice es el único camino a seguir.
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