YPF fue la petrolera que dio el puntapié en las últimas horas en remarcar sus precios. La compañía estatal aplicó una suba de 2,5% en los valores de sus naftas, por lo que vende el litro de súper a $43,71. En el gasoil el incremento fue de 1,75%.
Este incremento se da a pesar de que el Gobierno decidió dosificar el aumento de un impuesto a los combustibles para que el impacto en los surtidores sea menor. La Secretaría de Energía postergará una parte del aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y actualizará su valor un 3,9%, cuando el ajuste debería haber sido del 11,8% por litro, de acuerdo a la normativa vigente.
El impuesto a los combustibles se recauda de manera prácticamente automática cada vez que un conductor carga nafta o gasoil. La recaudación de este gravamen cobra mayor importancia este año en particular, ya que el Poder Ejecutivo necesita lograr el equilibrio fiscal comprometido con en el acuerdo firmado con el FMI.