Redacción de RiojaLibre
“Lo hablamos siempre, antes, durante y después de la campaña qué ante el menor hecho de violencia, el involucrado debía presentar su renuncia. O sea que es una obligación moral que asumimos todos, en conjunto en el espacio”, remarcó Brizuela y Doria sobre el caso de Fredy Herrera.
Siendo consciente de los tiempos que corren, e impulsando el Hashtag #ToleranciaCero, Inés busca el respaldo popular. Sabe que con la actitud que tomó, la mayoría de los capitalinos la respalda. Ahora bien, se trata de una postura demagoga, y no que surja de las Convicciones de la Intendenta.
Es que si Inés realmente creyera en la #ToleranciaCero contra quienes ataquen la integridad de la Mujer, no podría tener entre sus concejales a Enrique Balmaceda, joven que debió abandonar la Ciudad de Rosario por tres denuncias de acoso sexual.
El año pasado, se difundió en los pasillos de la UNLaR esa imagen donde se expone que Balmaceda fue denunciado por violación y acoso sexual. Ante la publicación de RL, desde el espacio de Balmaceda aseguraron a RL que las denuncias fueron desestimadas, enviando la notificación.
Ahora bien, prestemoslé atención al ante último párrafo de dicha desestimación:
La Fiscalía resuelve no continuar con la investigación porque «la persona sindicada ya no reside en la localidad de Rosario», pero aclara -y aquí es donde debe prestar atención el Concejo Deliberante y la Intendenta- que «EL IMPUTADO HA TENIDO CLARAS INTENCIONES DE MENOSCABAR LA INTEGRIDAD DE P«. Vale aclarar que solo dejamos las iniciales de la denunciante para evitar la revictimización.
Es decir, la Intendenta Inés Brizuela y Doria ‘tolera’ que uno de sus Concejales haya tenido claras intenciones de menoscabar la integridad de una mujer.
Más allá de la campaña marketinera del inesismo, no hay TOLERANCIA CERO en el Concejo Deliberante. Si así fuera, un joven denunciado tres veces por acoso sexual no habrías ido candidato en la misma lista de Inés Intendenta, y mucho menos estaría sentado en cada sesión en el Recinto Tomás Moro.