Redacción de RiojaLibre
Cuando uno se pregunta cuál es la importancia de Estado Presente, o de qué hablamos concretamente cuando decimos ‘política pública’, una manera sencilla de responder esos interrogantes es comparar la Chaya 2024 con la 2025.
En 2024 La Rioja Chaya fue organizada por un Privado (Toño Castro), con una Grilla de jerarquía (Galleguillo, Luciano Pereyra y Loco Amato entre otros) y con la garantía del sonido e infraestructura que daba la productora del organizador. Pero el resultado fue decepcionante. Lejos de ‘igualar’ al Festival, el evento dejó más quejas y reclamos que otra cosa, sobre todo de Tursitas que -confundidos- pensaron que venían al tradicional festival riojano y se llevaron una muy mala experiencia.
Durante la noche del Domingo de la edición 2024, miles de personas -que compraron su entrada- se quedaron afuera de La Rioja Chaya en el Complejo Ciudad del Este. Debido a la magra convocatoria que tuvo el Evento el día Viernes, al parecer se vendieron más entradas de las permitidas por el Municipio para la última noche.
Como cosecuencia, miles de personas fueron estafadas. Esta era la postal del ingreso a La Rioja Chaya durante la noche del Domingo:
La mayoría de las noticias sobre La Rioja Chaya retrataban lo sucedido:

Este año, el Gobierno Provincial retomó la organización, y el resultado fue sustancialmente distinto. Es que si bien el Ministro de Turismo y Culturas Gustavo Luna estuvo al frente, como coordinador general, de la Organización, todas las áreas del Estado se comprometieron con el Festival. Transporte garantizó el servicio de Riojabus para que se puede llegar al Autódromo desde todos los puntos de la Ciudad, Seguridad comprometió un operativo con cientos de agentes todas las noches, Comunicación estuvo trabajando 24/7 para que el Festival llegue no solo a toda la Provincia, sino a todo el País (transmisión de TV pública), etc.
Cuando la Chaya es una Política Pública del Estado Provincial (como lo ha definido el Gobernador Ricardo Quintela) todas las áreas del Gobierno trabajan en pos del éxito del Festival. Más allá de algunas polémicas artistas propias de todo Festival de semejante magnitud (Euge Quevedo y Pica Juarez), la organización estuvo a la altura de las circunstancias, logrando no solo tres noches con entradas agotadas, sino -lo más importante- el beneplácito generalizado de todos los presentes. El resultado quedó a la vista de todos:

