Según el comunicado emitido por el Ministerio de Economía, se reducirán los aportes al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y se asistirá directamente a los usuarios a través del sistema SUBE, que no se utiliza en La Rioja.
Esta decisión deja a los gobernadores de las provincias afectadas en una situación difícil, ya que ahora deben decidir si destinan más recursos para mantener los precios de los pasajes o si permiten que las empresas apliquen aumentos adicionales en los próximos meses. El fondo de subsidios al transporte, que ascendía a unos $102.000 millones, será cortado “inmediatamente”, según fuentes oficiales.
La medida ha generado preocupación en La Rioja, una de las provincias más pobres del país, donde el transporte público es una necesidad fundamental para miles de ciudadanos. Con la eliminación de los subsidios, se espera que los costos de los pasajes aumenten significativamente, lo que afectará especialmente a las personas de bajos recursos y a quienes dependen del transporte público para acceder a sus lugares de trabajo, estudio y atención médica.
En este contexto, el gobierno provincial de La Rioja se enfrenta a la difícil tarea de encontrar soluciones para mitigar el impacto negativo de esta medida en la población. Se espera que se implementen estrategias para garantizar el acceso al transporte público a precios accesibles, así como también se buscarán alternativas para mejorar la eficiencia y calidad del servicio en medio de estas nuevas circunstancias.
En resumen, la eliminación de los subsidios al transporte en las provincias más pobres plantea desafíos significativos para regiones como La Rioja, donde el acceso al transporte público es vital para el bienestar de la población. Es fundamental que se tomen medidas adecuadas para proteger a los sectores más vulnerables y garantizar un sistema de transporte público inclusivo y accesible para todos los ciudadanos.