Los teléfonos no paran de sonar, las operaciones marchan a la hora del día, las servilletas hechas ‘bollitos’ con nombres de posibles candidatos abundan en los tachos de basura de distintos despachos y –hasta ahora- no hay nada definido. Se viven horas decisivas en la política riojana, ya que los más poderosos están deliberando cuáles van a ser sus soldados para combatir en la batalla de octubre.
Vale aclarar que ese ‘hasta hora’, significa ‘hasta el martes 11 de Junio a las 18:00hs’ (hora en que se termina de escribir esta columna); porque en la vigorosidad en la que ha entrado nuestra política, todo puede pasar y en cada vuelta de hora, una decisión determinante puede producirse. Pero quienes entienden de este ámbito, aquellos que dedican su vida a estudiar la ciencia política, aseguran que los destinos de un espacio no se definen por la simple elección de un nombre; sino que consiste en un ‘proceso’ en el que inciden varios factores.
Uno de esos factores son las luchas de poderes dentro del espacio político, que comúnmente se denominan ‘internas’. El oficialismo provincial está atravesando una de esas experiencias, con un nivel de ferocidad tal, que hace indisimulables sus vericuetos y fracturas. Un secreto a voces que se viene murmullando puertas adentro, en las últimas horas tomó estado público: los sectores que lideran el Ministro Néstor Bosetti y el Secretario de Gobierno Alberto Paredes Urquiza avizoraron una ruptura total en sus relaciones.
Claro está que las próximas elecciones tienen mucho que ver, pero no son la causa de fondo de la ruptura. La lucha por imponer nombres y buscar mejores posicionamientos en las listas a Diputados Provinciales del Bederismo, evidenció un enfrentamiento que hace meses se viene cocinando dentro del Gobierno. Pero el verdadero meollo de esta contraposición es el 2015: ambos sectores creen en la premisa de moda en el Kirchnerismo -“No hay 2015 sin 2013”- y están convencidos de que si no consiguen demostrar su poderío en estas elecciones, no podrán luchar por la Intendencia capitalina dos años más tarde.
Charlatanes vs Perdedores
Estos dos grandes sectores que se diferencian dentro del Bederismo, ya han escogido un ‘apodo’ despectivo para dirigirse al bando contrario. En el Bosettismo insisten que ellos representan el ‘ala’ trabajadora del Gobierno, y cada vez que se refieren a dirigentes de las huestes de Paredes Urquiza, lo hacen con el mote de ‘Charlatanes’. En el otro polo, cuando hablan de los máximos referentes del bando rival –Bosetti y Tere Madera- siempre ponen la palabra ‘perdedores’ al lado, recordándoles la cantidad de elecciones que perdieron a manos del Quintelismo.
Ahora bien, quién es quién en eta interna. En el rango ministerial Bosetti saca ventajas, ya que cuenta con la adhesión total de Tere Madera y un apoyo parcial de Luna Corzo y Walter Flores. A la ministro de Desarrollo Social se la ‘vende’ como la funcionaria con mejor imagen dentro del Gobierno y es la socia ideal del Ministro de Infraestructura.
Paredes Urquiza tiene como principal socio político a Ariel Puy Soria, rival histórico del Bosettismo. Ambos luchan por conseguir la adhesión de Felipe Álvarez, que todavía no se decidió para ningún bando y solo se muestra encolumnado detrás del Gobernador. En la Legistlatura, el panorama es más dividido: mientras Bosetti consigue el aval pleno del nuevo Bloque Caudillos Federales (con Alejandra Oviedo a la cabeza), Paredes Urquiza y Puy Soria tienen predominancia sobre los Diputados ‘históricos’, comandados por Casas, Orquera y Guzmán Soria.
Bajando un nivel, en el Concejo Deliberante de la ciudad, es el Secretario de Gobierno el que cuenta con mayores respaldos. Heber Sirerol es un soldado fiel de Paredes Urquiza, mientras Mazzuchelli y Andrea Mercado Luna se encuentran más cerca del Secretario que del Ministro. Lucas Luna es la carta a la que acude Bosetti.
Puertas afuera
Los charlatanes y los perdedores no solo buscan afecciones puertas adentro del Oficialismo, sino que extienden su lucha extrapartidariamente. Las internas que se producen en el radicalismo también tienen su eco en este enfrentamiento. Bosetti tiene una importante llegada en el ‘galvanismo’, mientras que Puy Soria nunca cortó definitivamente los lazos con el quintelismo y –consecuentemente- con el martinismo.
Precisamente esa es una de las banderas que enarbola el Bosettismo para ‘hundir’ a sus detractores: acusan de desleales y traicioneros a quienes mantienen cualquier tipo de comunicación con el enemigo público número uno del Gobernador: Ricardo Quintela. “La política no está ahecha para los tibios”, repiten hasta el cansancio para convencer a los funcionarios indecisos.
Con lo puesto, es un hecho que bosettistas y ¿urquizistas? (¿nace un término?) no compartirán lista en octubre. Ergo, habrá en Capital –al menos- dos boletas respaldadas por el Gobernador. Jorge Basso y Agost Carreño también confirmaron que irán por un lugar en la Legislatura; es decir, ya estamos hablando de cuatro listas casi seguras del Bederismo, más la posibilidad concreta de que se sume una del Lunismo bederista (encabezada por Gustavo Luna). Del radicalismo habrá que sumar al menos dos (una fuente secreta le confirmó a RiojaLibre que Martínez no aceptará ni unidad ni internas con Galván). ¿Y el Quintelismo? Todo indica que pondrán toda la fuerza en una sola boleta para aprovechar la división del bederismo y ganar cómodamente la elección.