Redacción de RiojaLibre
Esta fue la escena que predominó durante la mañana del Martes en el centro capitalino:
La empresa texil Confecciones Riojanas cerró su planta productora y echó a 80 trabajadores que ahora reclaman a la espera de cobrar las indemnizaciones. Desde la compañía aseguraron que el cierre se debe a la apertura de las importaciones y la caída abrupta del consumo.
«Fabricaban jean para la marca Bravo, también para Sara, Ver y la firma de ropa de trabajo Ombú. A muchos les llegó el telegrama, pero los quieren indemnizar sólo con el 50 por ciento», sostuvo a El Destape, Gustavo Castro, delegado provincial apoderado de la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA). Los trabajadores además denuncian que hay talleres clandestinos que nadie detiene.
La empresa nació en 1980 y se dedicaba a la confección de prendas que luego eran vendidas a otras firmas. Los trabajadores afirman que sólo quedaron 12 personas en sus puestos en busca de terminar con el pago de los salarios adeudados y que la empresa venía con problemas financiero desde hace dos años, sin embargo no presentó un procedimiento preventivo de crisis.
«Desde 2016 y hasta enero de 2019, solo en La Rioja hubo 400 pérdidas directas y 700 indirectas en el sector textil» explicó Castro, quien además afirmó que varios comercios que ofrecían sus servicios a trabajadores debieron bajar las persianas por la falta de consumo que derivó por la pérdida de puestos de trabajo.
«Hay 2000 puestos de trabajo perdidos en el sector industrial por las medidas de este gobierno sólo en La Rioja», afirmó Castro a El Destape.
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