Su etapa de adolescencia transcurrió en parte en el Colegio San Martin y luego se recibió en el Colegio J.V. González.
Al recordar su historia Germán, comenta que no siempre supo cuál era su vocación, pero que sí existía en él un interés por la ciencia, principalmente matemática y física. “Con 17 años, era casi un misterio para mí la forma en que ciertas enfermedades como el cáncer se originaban y por qué podían ser, en algunos casos mortales. Esto me llevó cual a descubrir que las ciencias biomédicas me resultaban sumamente atractivas. En particular, me sentí interesado por la posibilidad de investigar en esta disciplina.”, relata el joven científico.
Luego de descubrir e identificar sus materias afines, eligió estudiar Licenciatura en Bioquímica ya que esto le permitiría emprender más tarde una carrera científica que era su objetivo final pero sabiendo que, en caso de que decidiera no dedicarse a la investigación, contaba con la posibilidad de ejercer la profesión en el área clínica o realizando otras actividades menos asociadas a la profesión pero igualmente interesantes como análisis bromatológicos y/o ambientales”.
Mientras transitó su carrera en la UNLaR Germán destacó que tuvo grandes profesores que promovieron su interés por la ciencia se encuentran, como el Dr. Ismael Bianco, quien le permitió hacer una pasantía en el laboratorio de Biotecnologia del Ceprocor (Centro de Excelencia de Productos y Procesos de Cordoba), donde tuve mi primer contacto con un entorno de investigación y posteriormente la Dra. Gabriela Marquez, quien lo admitió como ayudante en la materia de Biología Celular y Molecular y en el proyecto que llevaba a cabo en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud Humana (IICSHUM), que depende de la UNLaR.
Cinco años más tarde, a unos meses de recibirse de Bioquímico escribió un e-mail consultando si contaba con un lugar en su laboratorio al Dr. Gabriel Rabinovich, cuyo tema de trabajo, la inmunología tumoral, era de su principal interés. Un tiempo después, luego de algunos mails de intercambio en donde Germán envío su Curriculum, a horas de dar el examen final de la carrera en el año 2008, le avisaron que había una posición doctoral disponible a lo que respondió que sí, sin dudarlo y se presentó al llamado a becas doctorales del CONICET (denominadas de postgrado tipo I en aquel entonces).
Luego de tan tentadora propuesta en el 2009 Germán debió abandonar su provincia natal para comenzar a transitar un éxitoso camino en Buenos Aires y frente a este cambio y su adaptación que según comentó fue menos traumática porque vivía con un pariente, lo que más destacó fue la emoción que representaba para él poder conocer personalmente a científicos a los cuales los conoció a través de publicaciones.
Una vez instalado, comenzó su trabajo en IBYME (Instituto de Biología y Medicina Experimental) “Allí aprendí a trabajar en un laboratorio, a estar al tanto de los últimos avances de la ciencia y también conocí al sistema científico desde adentro. Pero más allá de eso, en ese lugar obtuve una enseñanza de vida, ya que la ciencia la mayoría de las veces, es una actividad sumamente frustrante y eso me convirtió quizá a la fuerza, en una persona más paciente y perseverante”, cuenta el exitoso riojano.
Pasaron otros cinco años hasta que recibió en el 2014, en la UBA su segundo título, el de su doctorado en el cual basó su investigación en averiguar durante el desarrollo de un cáncer de mama muy agresivo, cuál era el efecto de una hormona sexual sintética (producida en laboratorios), llamada medroxiprogesterona (MPA) sobre unas células del sistema inmune llamadas Natural Killer (NK), que junto a otras, se encargan de detectar células tumorales y eliminarlas. Como resultado de esa investigación “hallamos que esta hormona, actuando junto con el tumor de mama, aumentaban unas células del sistema inmune llamadas mieloides supresoras que contrarrestan la acción beneficiosa que tienen las células NK contra el tumor y eso “ayudaba” a que el cáncer de mama siguiera progresando”, detalló Germán.
Luego de obtener su doctorado obtuvo una beca postdoctoral del CONICET en Temas Estratégicos, para estudiar el efecto que tiene el envejecimiento (fenómeno de senescencia) sobre células del sistema inmune encargadas de evitar la aparición de tumores, en particular del cáncer de colon que es muy común en adultos mayores.
Tras la realización de dicha investigación, finamente, fue seleccionado para recibir una beca con todos los gastos pagos por parte de la Asociación Americana de Inmunólogos (AAI) y la Unión Internacional de Sociedades Inmunológicas (IUIS) para asistir a un curso de inmunología en Boston, Estados Unidos.
Mientras realizaba esta capacitación Germán aprovechó para enviar su ya extenso Curriculum a diversos laboratorios de los que fue entrevistados por dos. Aproximadamente un mes después de sus entrevistas la Dra. Diane Mathis de Harvard Medical School le dijo que había sido seleccionado y lo invitaba a incorporarse a su laboratorio.
Tanto la Dra. Diane como su esposo, el Dr. Cristopher Benoist son reconocidos internacionalmente en el mundo científico por sus prestigiosas publicaciones sobre inmunología.
Finalmente, en abril de este año German se mudó a Cambridge, ciudad que limita inmediatamente con Boston donde German desempeña su labor.
En diálogo con EL INDEPENDIENTE el joven científico riojano recordó su niñez , sus raíces y agradeció a su familia y a su pareja “porque sin su apoyo incondicional nunca hubiera llegado hasta aquí”.
Germán finalizó la entrevista expresando la añoranza por su país, a su provincia, y Buenos Aires, su ciudad adoptiva y destacó que una vez que regrese del postdoctorado en Estados Unidos su próximo objetivo y deseo es volcar lo aprendido en nuestro país.