Oriunda de Bahía Blanca y residente en Barcelona, la artista Ana Álvarez-Errezcalde, decidió fotografiar el momento del posparto de con una estética no tradicional y rupturista.
En un principio, se trató de una necesidad personal de Ana, y las fotos no iban a ser difundidas. Pero pronto comprendió el efecto cultural y social que podrían llegar a tener.
«Para parir me abro, me transformo, no soy objeto y sangro, grito y sonrío. Estoy de pie con la placenta aún dentro mío, unida a mi bebé por el cordón umbilical», describió Álvarez-Errezcalde.
Con esta representación, Ana “se aleja de Eva (y el castigo divino de “parirás con el dolor de tu cuerpo”) para ver a través de los ojos de Lucy, su hija recién llegada al mundo”.
«Muchas mujeres que han parido nunca vieron sus propias placentas, entonces se intrigan por verla en la foto. Todo lo que parece desecho se quita de la visión de la madre, pero me parece muy rico que una pueda ver todo lo que nutre al hijo y asumirlo con gratitud y con naturalidad», explicó la artista.
«Estas imágenes permiten que se generen otros tipos de imaginarios. Mi maternidad fue una experiencia más animal, de perder el control, de dejarse llevar pero a la vez saber que estoy presente con mucha lucidez. Estoy haciendo lo que quiero en un momento que nos han hecho creer que se debe hacer otra cosa» aseguró la mujer, protagonista de una postal que conmovió al mundo por su forma de narrar el nacimiento.