Redacción de RiojaLibre
Muchas veces no se llega a entender el grado de cinismo y descaro que ostentan nuestros gobernantes: o el gobernador piensa que los riojanos odiamos las letras s,a,p,e y m; o nos toma por estúpidos. En cualquiera de los dos casos, estamos ante un escenario más que lamentable y repudiable.
Siguiendo la lógica de Beder Herrera, debemos deducir que las SAPEM son criticadas porque no se eligió un ‘lindo nombre’. Vale reconocer un primer paso por parte del Gobernador, y es que –al menos- reconoce que las SAPEM son repudiadas por la gran mayoría de la ciudadanía. Pero el error garrafal que comete Beder es en identificar la ‘causa’ del rechazo de los riojanos; el mandatario piensa (o desea creer) que cambiándoles el nombre, transformará a las SAPEM en empresas exitosas y bendecidas por la gente.
Lamentamos informarle Gobernador que no será así: al ciudadano no le interesa cómo corno las llame, le importa que las SAPEM SEAN UN IMPORTANTE FOCO DE CORRUPCIÓN, DONDE NADA ES TRASPARENTE, TODO SE OCULTA Y SUS ‘GERENTES’ TERMINAN SIENDO MILLONARIOS. El riojano muere de bronca e impotencia cuando le dan un mísero aumento de $550 (a cobrar en marzo) y se entera que José Luis Bellia está sospechado de robarse 15 millones de pesos en una SAPEM. ¿Quiere que le cambiemos el nombre? El riojano mure de bronca e impotencia cuando le dan un mísero aumento de $550 (a cobrar en marzo) y se entera que José Luis Bellia está sospechado de robarse 15 millones de pesos en una SOCIEDAD ANÓNIMA.
El problema sigue siendo el mismo Doctor: funcionarios corruptos robando plata del Estado Riojano. El nombre no es lo que tiene que cambiar para que la sociedad empiece a ‘aceptar’ su funcionamiento, es la transparencia. Llamándolas ‘Sociedades Anónimas’ no va a convencer al ciudadano común de que ya no son más corruptas; si es real su intención de revalorizarlas, transparéntelas. Difunda los ‘números’ de las SAPEM, cuánta plata dispone y transfiere el Estado para cada una y cuáles son sus resultados.
Si la intención es engañar a unos pocos ciudadanos desinformados, haciéndoles creer que las SAPEM desaparecieron y que el ‘bendito’ tiempo logrará apagar una de las máximas críticas a su gestión, cambiar el nombre de SAPEM por Sociedades Anónimas puede considerarse una posible solución. Pero –lamentablemente para los Gobernantes- la mayoría de los riojanos ya no comen vidrio: si no se produce un cambio sustancial en la metodología operativa de las SAPEM, más allá de cómo nos obliguen a llamarlas, la gente las seguirá identificando como un fuerte foco de Corrupción.