Una verdadera guerrera. Así puede describirse a la pequeña Luján Sosa, quien tras aspirar en forma accidental purpurina en su casa mientras su mamá maestra hacia un trabajo para el colegio, debió ser internada de urgencia en el Hospital de la Madre y el Niño.
En un principio se adujo la necesidad de trasladarla de urgencia en avión sanitario al Hospital Garrahan, pero finalmente no hubo que hacerlo y los cuidados que recibió en el nosocomio riojano, en permanente consulta con su par de Buenos Aires, hizo que este miércoles la niña sea dada de alta.
Néstor Sosa es el padre de la pequeña Luján y es quien comentó que el estado de salud de ella “es óptimo y seguirá bajo tratamiento ambulatorio”.
Además, informó que en un mes y medio deberán llevarla a un especialista en pulmones, pero mientras tanto continuará asistida por su médico de cabecera en el HMyN.
“Ella está bien, no veía las horas de irse”, comentó un Néstor emocionado, quien agradeció a toda la comunidad la preocupación por su hija.