En este año electoral, los intendentes tienen nula participación, salvo que se piense en el 2015. El último domingo de octubre se renueva el 50 por ciento de las bancas de la Legislatura y La Rioja pone en juego dos escaños en la Cámara de Diputados de la Nación.
Son comicios netamente legislativos, pero los jefes comunales encuentran que su carrera política tiene fecha de defunción. Ninguno puede buscar otro mandato, ya que se lo impide la Constitución provincial, excepto que se avance en la reforma de la Carta Magna, con el fin que todos queden habilitados si deciden ir por otro período. Lo mismo sucede con el gobernador Luis Beder Herrera, más allá de cualquier interpretación política.
El diputado por Felipe Varela, Oscar Chamía, anunció que impulsará un proyecto para habilitar la reelección indefinida, al sostener que tiene el apoyo del bloque oficialista. Es decir, de los sectores de los chepeños Mario Guzmán Soria y Alejandra Oviedo respectivamente.
Si es así, el oficialismo no tendría mayores inconvenientes para aprobar la iniciativa de Chamía.
Por este motivo, diputados e intendentes coincidirían en darle el respaldo político para que haya vida más allá del 2015.
Sin embargo, los jefes comunales también pedirían la sanción de una ley de coparticipación municipal. Hoy La Rioja es una de las pocas que no tiene un marco legal de transferencia de recursos. Ha sido un reclamo insistente, especialmente de los intendentes Ricardo Quintela (Capital) e Ismael Bordagaray (Famatina), hoy ubicados en la vereda opuesta al gobierno.
Para modificar la Constitución, se deben elegir convencionales constituyentes, por lo cual es fundamental el trabajo de los caciques departamentales.
La estrategia bederista sería que no solo haya elecciones a diputados nacionales en toda la provincia y la renovación del 50 por ciento de las bancas en la Legislatura provincia en solo algunos departamentos, sino también que se inmiscuyan todas las ciudades para designar a los representantes constituyentes. De esa forma, empujarían votos para los legisladores nacionales, hoy complicados para el oficialismo, según los sondeos conocidos.
Teresita Madera, Gustavo Minuzzi, Jorge Salomón, Lázaro Fonzalida y Délfor Brizuela son algunos nombres que ofrece el bederismo para irse al Congreso de la Nación, con el fin de reemplazar a Jorge Yoma (Frente para la Victoria) y Julio Martínez (UCR).
Mientras que acusan a un grupo de ministros de impulsar intendencias paralelas en sus respectivos departamentos, habría otro pedido a la mesa chica de la Casa de Gobierno: es que el primer candidato a diputado nacional sea un intendente.
En otras palabras, los jefes comunal tendrían gran protagonismo a cambio de sus reclamos que podrían ser oficializados con el avance de proyectos dentro de la Legislatura, como así también con la inscripción de candidatos en la justicia electoral por encima de las elecciones internas partidarias. Habrá que esperar.