Por Leila Moreno Castro*
El próximo mes de diciembre se cumplirán 30 años del regreso de la democracia a nuestro país, pero manifestaciones como las de la noche de este martes demuestran que la democracia aún necesita hacerse carne en los argentinos, en las instituciones, en la vida ciudadana.
El martes 8 de octubre quedará en la memoria de los riojanos por la multitudinaria convocatoria reunida en torno a la plaza principal, unificada tras el reclamo de una democratización en el funcionamiento de la Universidad Nacional de La Rioja.
Docentes, codocentes, egresados de la UNLaR, y también familias, integrantes de otras comunidades educativas, organizaciones políticas y sindicales, movimientos sociales, todos confluyeron en una marcha, respondiendo al llamado de los estudiantes universitarios riojanos.
El próximo mes de diciembre se cumplirán 30 años del regreso de la democracia a nuestro país, pero manifestaciones como las de la noche de este martes demuestran que la democracia aún necesita hacerse carne en los argentinos, en las instituciones, en la vida ciudadana. Lo que reclamaban los jóvenes en este martes histórico, y que toda la comunidad riojana apoyó, es que deje de ser un discurso y comience a respirarse en el día a día, en todos los ámbitos sociales: universidades, escuelas, oficinas, partidos políticos, sindicatos, organizaciones civiles, familias.
Por el acompañamiento masivo al reclamo estudiantil, que se vio reflejado en las decenas de miles de riojanos que coparon las calles céntricas, la fecha del martes 8 de octubre merecería ser institucionalizada, de modo que se recuerde año tras año ese reclamo y sea éste un motor permanente de lucha para que se efectivice ese proceso de democratización real, no sólo en el ámbito universitario sino en toda la sociedad riojana.
*Licenciada en Comunicación Social, Docente universitaria, Maestranda en Estudios Sociales