Redacción de RiojaLibre
Pongamos un ejemplo concreto para graficar cuál es la situación de alrededor de 50 mil trabajadores públicos:
Compro una heladera que cuesta $24 mil pesos, pero la empresa me la financia en 12 cuotas pagando un total de $48.000. La cuota pura (sin interés) sería de $2.000, pero a la casa de electrodomésticos le debo pagar $4.000 todos los meses. Si me retraso unos días en el pago, me llaman y presionan con estudios jurídicos, y cuando voy a pagar, la cuota ya no es más de $4.000, sino de $5.500 por los intereses y mora.
Si tengo otro plan similar (en una casa de ropa por ejemplo), del salario que se acredita los primeros días del mes, $11.000 se van en el pago de estas dos deudas. Quien cobra un salario mínimo de la administración pública, se le acreditan alrededor de $14.000 a principio de mes (el resto en la Quincenita). De esos 14 mil pesos que cobra, 11 mil se le van en el pago a financieras, y le quedan solo $3.000.
Ese es el escenario que enfrentan, en líneas generales, alrededor de 50 mil empleados públicos. El Gobierno Provincial pretende negociar con la Financiera: pagarle de una vez los $24 mil pesos, y trasladar la deuda del empleado a sus arcas, que se la cobrara en doce meses sin interés. Es decir, el empleado público pasará de pagar $5.500 a la financiera a $2.000 al Estado. Si lo multiplicamos por dos, pagará $4.000 al Estado y no $11.000 a las Financieras.
El Gobierno no gana ni pierde plata (solo asume el costo de la inflación en un año), y el empleado gana $7.000 por mes. Pasaría de cobrar neto (sin el pago de sus deudas) de los $3.000 que cobra ahora a $10.000 si le tiene que pagar al Estado.
¿Quién pierde? Las Casas de Electrodomésticos disfrazadas de Financieras, que dejan de cobrar la diferencia entre la cuota pura ($2.000) y la que le cobran con intereses usureros ($5.500). Si multiplicamos esos $3.500 de diferencia por la gran cantidad de ‘créditos’ que tienen, por el total de los meses, hablamos de una pérdida millonaria para estas Financieras. Dinero que ‘abusivamente’ le quitan a los empleados públicos.
Así de simple es el tema: de un lado los intereses de las financieras, del otro el de la gente trabajadora. El Gobierno Provincial tiene la voluntad política de interceder para defender los intereses de la gente. Por ello, recibe el ataque indiscriminado y sistemático de Radio Fénix.
Si reflexionamos cinco minutos, llegaremos a la conclusión de que esos ataques no son al Gobernador (no lo perjudican a él), sino a los 50 mil empleados públicos que se beneficiarían con este histórico programa. A quien realmente perjudica Fenix es a cada uno de esos trabajadores que hoy se les va gran parte del salario en el pago de deudas, y que -con el Proyecto que anunció Quintela- recuperaría el valor real de su sueldo.
No hay ‘aumento salarial’ que puede equiparar el aumento de bolsillo que le significará a los empleados públicos este desendedudamiento. De nada sirve que el Gobierno anuncie un aumento de $2.000, y el empleado público de nuestro ejemplo pase de pagar 11 mil a $13.000 en cuotas, porque -casualmente- ante cada aumento salarial, suben ‘las cuotas e intereses de las mismas’.
Bosetti y Fenix se oponen al desendeduamiento. Bosetti y Fenix piden un aumento salarial para que todo siga igual y ‘no tocar los intereses de las Financieras’. Hoy, queda más claro que nunca: Bosetti y Fénix defienden los intereses de las Financieras, atacando a un Gobernador que está decidido a defender los intereses de los trabajadores.