Durante la mañana de este martes, cientos de taxistas salieron a la calle a manifestarse pidiendo que se terminen los “taxis truchos”. La protesta estuvo dirigida al municipio de la capital porque está entregando “permisos especiales” y habilitando así nuevos taxistas.
Existe una lista de 24 licencias truchas firmadas por Carlos Machicote, autorizando a esos taxis a circular sin el permiso que se le exige a los otros propietarios. La lista es la siguiente:
Los taxistas que participaron de la protesta denunciaron que muchas de esas licencias son para móviles de funcionarios y concejales. Por ejemplo, Mario González afirmó que una licencia (la número 23, Renzo Cabral) es del hijo de la secretaria del Intendente. “Además, hay cuatro permisos indebidos para el Concejal Picana Rodríguez y tres para Quique Escudero”, agregó González.
“Nosotros pagamos todos los impuestos y no puede ser esto”, dijo uno de los manifestantes. Apuntaron sus críticas al intendente de la Capital, Ricardo Quintela, al viceintendente Armando Molina o el titular de servicios públicos, Carlos Machicote. “Queremos que bajen para hablar con algunos de ellos y destrabar esto”, agregó otro manifestante, que se encontraba afuera del municipio.
La caravana comenzó en el predio de la vieja estación y recorrió varias calles céntricas. Finalizó en la comuna capital.
Cerca de la hora 12, el secretario de servicio público Carlos Machicote, bajó a la explanada y conversó con los manifestantes. Intentó conversarlos para que suba un grupo menor a su oficina y conversar del tema, cuestión que fue rechazada.
Machicote, explicó que las solo hay 24 permisos especiales y esa decisión le corresponde al intendente. Agregó que los expedientes están en procesos de aprobación, mientras tanto se les brinda la posibilidad de trabajar. Los taxistas consideran que eso es incorrecto porque son favores políticos y además porque satura el mercado.
En el medio quedó, Daniel Frias, presidente del Centro de Propietarios de Taxis, quien se mostró cercano al funcionario municipal, y por tal motivo el restos de los taxistas decidieron dejarlo solo y no acompañarlo en la idea de subir a la oficina de Machicote. Mientras tanto, las calles seguían cortadas y el servicio de taxis con importantes restricciones.