Por Eduardo Galleguillo
Para tomar el ejemplo más reciente y más resonante de los últimos tiempos, podemos mencionar al espacio de Cambiemos, que con tal de constituirse en una oposición que capte al mayor número de electores, aglutinó a partidos que históricamente siempre estuvieron enfrentados, como la izquierda y la derecha (representada en el espacio del PRO, creado por el actual presidente de los argentinos Mauricio Macri). En este caso, la jugada le salió bien a Cambiemos, que pudo vencer al kirchnerista Daniel Scioli en el balotaje presidencial, a fines del año pasado, por un ajustado margen.
Pero esta unión forzada, que mezcla a partidos tan opuestos entre sí y que no responde a otro propósito político más que el de desbancar a un contrincante electoral que –a priori- resulta más fuerte, a menudo termina en peleas y deserciones dentro del nuevo espacio. Tal es el caso, a nivel local, de la diputada provincial Lucía Avila y el concejal Andrés Cejas, que pegaron el portazo de Fuerza Cívica Riojana (radicales alineados con el PRO) y decidieron conformar su propio espacio, por marcadas diferencias con el pensamiento y la metodología macrista.
Pero en La Rioja también podemos citar el ejemplo que se da en el departamento Felipe Varela, con el concejal Hugo Páez y el intendente Yamil Sarruff.
El miércoles pasado (ayer), la Agrupación 30 de Noviembre celebró un acto institucional en Villa Unión, con motivo de un nuevo aniversario. El concejal por el departamento Felipe Varela, Hugo Páez (conductor de dicho espacio), recibió por parte del partido MILES -liderado a nivel nacional por Luis D´Elia- 300 planes para repartir entre la población de Villa Unión.
La noticia no tendría nada de llamativo, si no fuera por el hecho de que, hace dos meses atrás, el mismo Hugo Páez recibió en su finca a funcionarios nacionales de la Secretaría de Asuntos Municipales, con quienes hasta se animó a sacarse algunas fotos. No hace falta acotar que dichos funcionarios pertenecen al espacio conducido por el presidente Mauricio Macri, claramente opositor al kirchnerista Luis D´Elia y quienes –en más de una oportunidad- se han cruzado fuertemente por sus antagónicas convicciones políticas.
Pero las juntas políticas por conveniencia no se detienen allí; mientras a nivel provincial Hugo Páez se muestra cercano al ex gobernador Luis Beder Herrera (del espacio Justicialista del Frente Para la Victoria), hace jugar al intendente Yamil Sarruff con el actual mandatario provincial Sergio Casas y el intendente capitalino Alberto Paredes Urquiza y, a su vez, con el MILES y el PRO a nivel nacional.
El modo de hacer política en los tiempos que corren pareciera ser jugar a diversas puntas, para no especificar exactamente a qué espacio se pertenece, ni qué ideologías se tiene. Comprometerse lo menos posible para no explicitar la manera de pensar ni las metodologías para resolver ciertos problemas. De esta manera, se puede hacer gala de una “ambigüedad” que podría llegar a confundir al elector desorientado y captar su voto. Mezclarse en el tumulto para no mostrar lo que se es. Lo peligroso es que, en muchos casos, la estrategia resulta efectiva.
Fuente: Impacto Rioja