Redacción de RiojaLibre
Según las declaraciones de las últimas personas que vieron con vida a Sabina, se puede ir reconstruyendo los hechos. A las siete de la tarde Sabina sale de su casa, y va al Kiosco que se encuentra al frente del Galpón donde suelen estar los trabajadores golondrinas. Allí compra cuatro huevos. Delfín, propietario del lugar, asegura que él no la atendió porque estaba atendiendo a otros chicos que juegan al fútbol.
«La atendió uno de mis hijos, compró cuatro huevos y retornó para su casa», asegura Delfión.
Pero aparece un segundo testimonio, el de Vladimir, que tiene un kiosco a 150 metros del Galpón. «Yo no la atendí, la atendió mi mujer que en estos momentos está declarando en la Comisaría, vino a comprar una Seven Up y se le dio 10 pesos de vuelto’, sostuvo Vladimir y luego agregó un dato clave: «acá vino sin los huevos».
A partir de allí se deduce que Sabina fue al primer Kiosco (frente al Galpón), volvió a su casa, y luego salió nuevamente para ir al segundo Kiosco (Vladimir), pasando dos veces por el Galpón en cuestión.
Recordemos que la autopsia indicó que hubo un presunto abuso sexual, y la causa de su fallecimiento fue asfixia por comprensión de manos y obstrucción de vías respiratorias.
A su vez, todavía no aparece parte de la ropa que tenía puesta Sabina cuando se la vio por última vez.