Redacción de RiojaLibre
¿Cuántas veces hemos escuchado a algunos seguidores o secuaces de Quintela o Beder Herrera arremeter duramente contra algún integrante del bando contrario, olvidándose que detrás de un político hay una persona, que –como todos- tiene una familia? La respuesta a este interrogante no puede ser certera, ya que perdimos la cuenta hace tiempo.
Sin embargo, afortunadamente, los máximos líderes de ambos espacios parecen tener las cosas bien claras: cuando el terreno personal se sobrepone sobre el político, los mandatarios olvidan enfrentamientos o circunstancias políticas y apelan a la sensibilidad que todo ser humano tiene.
El 10 de Septiembre el Intendente capitalino sufrió un Infarto y debió ser Internado de Urgencias en el Hospital de Clínicas. Había pasado un mes de la histórica derrota del Bederismo en las PASO ante Martínez y Bordagaray; es decir, la relación –política- del Gobernador con el Intendente pasaba por uno de sus peores momentos. A pesar de ello, los riojanos fuimos testigos de esto:
Muchos quedaron sorprendidos con el gesto del Gobernador, pero el entorno íntimo de Quintela NO. “No nos sorprende, sabemos la calidad de persona que es el Beder”, afirmaban y luego agregaban: “Tampoco dudamos de que si hubiese sido al revés, el Gitano ni lo pensaba y también lo iba a visitar”.
Pasaron unos meses (11 para ser más precisos) y el escenario se dio vuelta: el Gobernador fue víctima de una ‘canallada’ y –como había anticipado el entorno íntimo del Intendente- Quintela no dudó en salir a respaldarlo públicamente. De esta manera, el viernes nos encontramos con esto:
Se podría decir que hay ocasiones en las que las ‘Bicicletas’ y los ‘abrazos fraternales’ hablan por sí solos. En los tiempos que corren quedan a la luz muchos intereses políticos particulares que luchan por profundizar la división, sin reconocer límite alguno; aunque pareciera que –finalmente- las Bicicletas y la Fraternidad se impondrán sobre las canalladas.