«Este proyecto de ordenanza fue aprobado el 14 de diciembre, el cambio de Rivadavia por Tinkunaco, nunca se consultó a los vecinos del cambio de nombre de la calle», dijo la edil Karina Maldonado en La Tarde de La Red.
«Nos empezaron a llamar vecinos y exponer su reclamo del por qué el cambio de la calle sin haberles consultados, juntamos firmas en la calle Rivadavia, ellos piden que se vete la ordenanza del cambio de nombre», agregó la concejal.
«Presentamos la nota con las firmas en la mesa de entrada de la intendencia, la nota formal para que se inicie el procedimiento de veto tiene la firma de más de 120 familias de la avenida», dijo Maldonado.
«Lo que queremos es que respete la voluntad de los vecinos, porque los vecinos particulares y los comerciantes nos manifestaban los problemas que este tema tendría en la cantidad de trámites que deberían realizar», cerró la nota.
Esta es la mejor evidencia de la falta de capacidad que tienen los ediles. No tienen imaginación ni ganas de ordenar una ciudad, de legislar sobre cosas escenciales de la vida. Al contrario, cambiar un nombre a una calle (te guste o no a quien represente) genera grandes inconvenientes en los datos personales, para el correo, para las cobranzas. O sea, son más los perjuicios que los beneficios. Y ellos parece ser, quieren PERJUDICAR doblemente a la sociedad: cobrando por estar al dope y haciendo ordenanzas ridículas, que solo hacen perder tiempo y por ende recursos. Vayan a trabajar.