“En vez de poner la policía al servicio de combatir las mafias, Beder Herrera y el ministro Saúl espían a la juventud y los trabajadores que venimos cuestionando la corrupción y sus privilegios políticos», disparan.
Lo sucedido nos recuerda a la época más oscura de la historia argentina. Pero también refleja la desesperación de una clase política, que ve cómo se termina la impunidad con la que gobernaron hasta ahora.”
“Estas prácticas son las mismas que utilizaron la policía y el ejército durante la dictadura militar genocida, que reflotó el kirchnerismo de la mano del proyecto X y que ahora llegan a nuestra provincia. Es un ataque contra el MST Nueva Izquierda, pero también contra toda persona que se reivindique democrática. Es muy grave, si lo naturalizamos estaremos sentando un precedente nefasto, que permite hacer inteligencia sobre las organizaciones populares.” Sentenció el comunicado.
Refiriéndose al tema, el dirigente Nicolás Aballay dijo: “Casos como este son posibles porque la policía es controlada por el poder político, para terminar con esto proponemos el control social sobre la policía y la Justicia, por medio de la elección directa de comisarios y jueces por el voto popular, la revocabilidad de todos los cargos públicos, y la depuración de todo el personal vinculado con la corrupción, el espionaje y la represión a la protesta social.
Los responsables políticos tienen que apartarse del cargo para que la investigación avance. El ministro Saúl tiene que renunciar y con él toda la cadena de mando que tenga las manos sucias.”