El Dalai Lama supo decir alguna vez que “Si nuestra mente se ve dominada por el enojo, desperdiciaremos la mejor parte del cerebro humano: la sabiduría, la capacidad de discernir y decidir lo que está bien o mal”. A su vez, la mismísima presidenta de la Nación –Cristina Fernández de Kirchner- interrumpió al gobernador riojano durante la teleconferencia del Miércoles pasado y le lanzó: “Te noto enojado Beder”.
Cristina no hizo más que sintetizar el carácter que Luis Beder Herrera le imprime a sus políticas desde el 11 de Agosto de 2013: la histórica derrota sufrida en las PASO marcaron un ante y un después en la estadía de Beder en el poder. Desde entonces, se comenzó a palpar un creciente enfado en el andar del Gobernador; la tranquilidad y sosiego que lo caracterizaban quedó en el olvido, dando lugar a una fiereza y ferocidad en la mayoría de sus apariciones públicas.
Los primeros en padecer el ‘nuevo ánimo’ del Gobernador fueron los policías, a quienes llegó a calificar de ‘gordos’ y ‘vagos’ tras su intento de acuartelamiento promediando el mes de diciembre. Luego fue el turno de los empleados, a quienes reprimió sin medir consecuencias en la Plaza 25 de Mayo: las imágenes de Carlos Del Giorno con el ojo ensangrentado y del Intendente Ismael Bordagaray intentando evitar los males del gas lacrimógeno -cubriéndose la cara con una remera- recorrieron toda la prensa nacional, y tendrán su lugar en la historia oscura y violenta de La Rioja. Con el rostro embroncado, Beder disparó: «No hay un peso para aumentos, que no quiera trabajar que se vaya».
Ya en el 2014, fue el turno de los Docentes. Beder no se inmutó en disparar reiteradas críticas y hasta los ‘escrachó’ en su Discurso durante la Apertura de Sesiones Ordinarias en la Legislatura: “Vayan a ver a la puerta de los Colegios los autos que tienen a ver si ganan poco”. Lejos de apaciguar la protesta, las declaraciones del Gobernador enardecieron a los Docentes y provocaron una serie de medidas de fuerzas que conformaron un indeseable, anormal e interrumpido inicio de ciclo lectivo.
Los alumnos del Instituto Superior de Formación Docente Castro Barrios también sufrieron la furia del Gobernador. Ante una digna y pacífica protesta para tener un Edificio en Condiciones para estudiar, el Gobierno respondió con dos Desalojos, uno de ellos con violenta represión. La solución propuesta por el Ministerio de Educación (Pio XII, Biblioteca Mariano Moreno y –luego- CAP) no hace más que darle la razón a los estudiantes: el Edificio del ex Correo ubicado en Copiapó no está en condiciones.
¿Cómo mirar a la cara –ahora- a las alumnas que fueron reprimidas, sabiendo que tenían razón y que su reclamo de prohibir el ingreso al ex Correo era legítimo? ¿Por qué se perdió tanto tiempo (y fondos para los arreglos de maquillaje) en un Edificio que se sabía –y recién ahora se lo reconoce- que no estaba en condiciones? ¿Por qué se trató de ‘caprichosos’ a los alumnos cuando el tiempo demuestra que los ‘caprichosos’ eran los funcionarios?. Todos interrogantes que no serán contestados, y que solo renuncias de las autoridades a cargo aminorarán el dolor del estudiantado.
En todas las ocasiones se vislumbra un mismo patrón: un fuerte enojo de Beder Herrera hacia los ciudadanos. Ya sean policías, empleados estatales, docentes, estudiantes o cualquier otro sector; el Gobernador pareciera olvidarse que es para ellos para quienes debe Gobernar y su ‘enfado’ está obstruyendo su ‘capacidad de discernir’.
La Nación y Chilecito
Ante una crítica o reacción popular, la respuesta siempre es la misma: ira que desata bruscas reacciones. No hay lugar para la autocrítica, solo se apela al contra ataque y campañas difamadoras.
El matutino porteño ‘La Nación’ publicó una nota con duros cuestionamientos y denuncias a las Expropiaciones realizadas por el Gobierno de La Rioja para darle lugar a las SAPEM. ¿Cuál fue la reacción del Gobernador? Nuevamente el ‘enojo’, y –esta vez- recargado. En pleno diálogo con Cristina, en un acto donde debía reinar la alegría y jolgorio por dar una muy buena noticia (inauguración de 130 viviendas); Beder le ‘boicoteó’ la Teleconferencia a Cristina, desparramando toda su ira contra el Diario. En lugar de defender las SAPEM y Expropiaciones con fundamentos, Beder atacó enérgicamente los orígenes de La Nación. El país entero (se transmitió por la TV Pública), no a vio un Gobernador ‘feliz y contento’, sino a uno –como dijo Cristina- ‘enojado’.
En Chilecito el foco de conflicto se agrava con el pasar de las horas. Hace unas semanas, la directora de la Escuela Normal –Norma Illanes- apoyó fuertemente el reclamo salarial de los Docentes. La rabia del Gobernador no se hizo esperar: publicó en el medio más importante de la Provincia los recibos de sueldos con el importe que cobra la Directora. La protesta no mermó, Illanes mantuvo su postura y la cólera del Gobierno se incrementó: mandó una delegación para destituir a la Directora, pero se encontraron con la resistencia de los alumnos, docentes y padres del establecimiento. En tres horas, el Ministerio de Educación se vio obligado a restituir a Illanes.
Pero el enojo no cesa; por el contrario, aumenta. La persecución sigue y a última hora del domingo la sobrina de Illanes, sus dos hermanos y dos docentes de la Escuela recibieron una notificación que les prohíbe ‘acercarse’ al establecimiento. Guiado por la ‘bronca’, el Gobierno no quiere ceder y eleva el conflicto al punto de poner al Departamento en un virtual estado de sitio.
Las sabias palabras del Dalai Lama sirven para definir mejor que nadie el momento que está atravesando el Gobernador. Un político que –hasta las PASO- era reconocido como un ‘estadista’ está siendo víctima del ‘enojo’. Tal como dice el líder espiritual, Beder parece estar ‘desperdiciando la mejor parte de su cerebro’. La sabiduría ya no es tal y su capacidad de discernir y decidir lo que está bien o mal está fallando cada vez con más frecuencia.
0
0
