La crueldad y virulencia sin límites que se vive en La Rioja conmociona a la sociedad. Mercedes Leguizamón es vecina de la casa donde vivía la beba que murió el pasado martes. Mercedes se comunicó con Radio Fénix y contó su versión de los hechos, dejando un manto de sospechas sobre la culpabilidad de la madre de la criatura.
“Yo llamé a la Policía y expliqué que tenía a la bebé en mis brazos, y mi hijo le dio un vaso de leche”, comenzó Mercedes para denunciar la inacción policial. Aseguró que encontró a Tiziana (así se llamaba la beba) a las cuatro y media de la mañana caminando sola en la calle. “Yo llamé al 101 desde las 4.30, pedí auxilio a mis familiares para seguir llamando”, insistió, con un dejo de indignación, Mercedes.
Mercedes asegura que en el hogar de la menor pasaban cosas raras y sospechó de lo que había ingerido la beba: “Para mi que la bebé estaba como si le hubiesen dado alcohol. Cuando me acerqué, la olí y no tenía olor a alcohol. Algo le dieron para dormir”.
Cuando apareció la madre de la beba, su estado era deplorable: “Le pregunté si le había dado de comer y no me contestó porque estaba perdida. Le tenía miedo, y le dije que si tenía calor, si estaba durmiendo y no respondía, no la miraba a la bebé ni a nadie de los que estaban conmigo”, continuó. “Ella no respondía nada”, remarcó.
Luego, Mercedes graficó como vive la familia de Tiziana: “Ellos no tienen ni luz ni nada, y tenían como 80 perros”. “Me quedé esperando a la policía, y dijeron que llamaron a la ambulancia, después de 10 llamados. Me atendía personal de civil”, dijo para luego sentenciar: “En el último llamado les dije que me iba a dormir, y que si pasaba algo, era bajo la responsabilidad de ellos. Eran las 6.10 de la madrugada”.
El calvario no solo fue pre muerte de la menor, sino que luego de conocerse la trágica noticia, la familia no se dio por aludida: “Ayer estaban bebiendo de nuevo en la casa. Es el limpiavidrios de frente al Pami, un negro que se llama Chapa. De la familia de la bebé no fue nadie”.
Según los comentarios, la mamá de la bebé no vivía allí, sino que la niñita estaba en la casa de su abuela. “Es un aguantadero”, dijo sobre la casa donde se encontraba la pequeñita.
Sobre la muerte de la pequeña dijo: “Tengo mis dudas y creo que lo perros agarraron el cuerpo de la bebé ya fallecida”. Sospecha porque me dijeron que los animales no agarran a la gente viva, sino que la bebé ya estaba muerta.
Una madre que no está preparada para serlo; una familia viviendo en condiciones infra humanas; un accionar policial que debe ser calificado -al menos- como insatisfactorio. Todos condimentos para que un angelito de un año y medio haya dejado este mundo.