El Gobernador de La Rioja le dejará a Cristina Kirchner la lista de diputados nacionales pero no contribuirá a su éxito y apuesta a un triunfo del radical Julio Martínez. En paralelo, promueve una ley para habilitar su reelección indefinida y coquetea con legisladores cercanos a Scioli. En sintonía, Yoma busca un lugar en la lista bonaerense.
Cristina Kirchner está furiosa con La Rioja. Culpó al gobernador Luis Beder Herrera por la pasada victoria de Carlos Menem y la rebeldía del diputado Jorge Yoma y, por si fuera poco, el intendente de la capital, Ricardo Quintela, cuestionó las cifras del Indec.
Con esos antecedents, la Presidenta decidió marginar a Beder Herrera del armado de las listas para octubre, cuando La Rioja renovará dos bancas de diputados nacionales que hoy están en manos de opositores al Gobierno: la del radical Julio Martínez y la de Jorge Yoma.
Yoma se enfrentó a Cristina cuando se negó a sancionar la transferencia de fondos del Banco Ciudad al Nación. Pronto comenzó a trabajar con Scioli y ahora espera que el gobernador le consiga un lugar en la lista de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires que liderará Francisco De Narváez.
Su jugada está en sintonía con Beder Herrera y consiste en retirarse de la contienda riojana para allanarle el camino a Martínez para que sea él quien derrote a los candidatos que elija Cristina. La nómina sería liderada por Mario Guzmán Soria, jefe del bloque de diputados provinciales del PJ, leal a la Casa Rosada.
Guzmán Soria no logró entrar al Senado nacional porque la lista liderada por Teresa Luna perdió en 2011 con la de Carlos Menem, motivo de una dura reprimenda de Cristina al gobernador.
Y el reto no fue gratuito: En la Casa Rosada confirmaron que Beder Herrera había apoyado por debajo de la mesa al ex president, quien completó su boleta con Hilda Aguirre, quien si bien se integró al bloque kirchnerista, responde primero a Beder.
Otra carta que podría jugar el kirchnerismo es la del ex cura Delfor Brizuela, famoso por dejar la curia en Chamical cuando en 2006 anunció que estaba enamorado. Aunque quizá los tiempos del papa Francisco no son los mejores para premiar esas conversiones.
Como sea, la rebeldía de Yoma fue la gota que colmó la paciencia presidencial, que de por sí suele ser escasa. “Si querés pagar los aguinaldos, pedile plata a Yoma”, le dijo Cristina al gobernador.
Scioli 2015
Lejos de pedir disculpas, Beder Herrera comenzó a diagramar su futuro sin Cristina y con las esperanzas puestas –como buena parte del peronismo- en Scioli 2015.
Hábil, el gobernador decidió que este año el territorio de la pelea con la Casa Rosada no sera la boleta de diputados nacionales. Tomó esa decision porque su candidata a encabezar la nómina, la ministra de Desarrollo Social, Teresita Madera, no repunta en las encuestas.
Así que se centrará en los legisladores provinciales y como se acostumbra en La Rioja, molestará “por abajo” con todas las colectoras que se le ocurran, tal como permite la generosa ley electoral riojana.
Y en una jugada a tres bandas con Scioli, el radical Martín y Jorge Yoma, trazó una diagonal con el subloque peronista de diputados provinciales “Caudillos Federales”, liderado por Alejandra Oviedo, la recordada dirigente menemista.
Más madura pero lejos de perder sus mañas, Oviedo mantiene un diálogo fluido con De Narváez, candidato de Scioli en la provincia de Buenos Aires para derrotar al kirchnerismo.
La alianza es tan explícita que semanas Beder Herrera recorrió junto a Oviedo la localidad de Chepes. El desplante al kirchnerismo no pudo ser más evidente: De esa localidad es el diputado Guzmán, candidato de Cristina para Octubre, que no fue invitado a la actividad del gobernador.
La división de aguas comienza a verse: la senadora Hilda Aguirre, que llegó por Menem pero vota con Cristina, sí estuvo entre los invitados por Beder. Un voto clave en el Senado que podría pesar en contra de la Casa Rosada si avanza el proyecto reeleccionista de Cristina.
Quintela y las cifras del Indec
A su problema con Beder Herrera la presidenta agregó una disputa con el intendente Ricardo Quintela, enfrentado al gobernador pero también en tránsito de salida del cristinismo.
La pelea de Cristina con Quintela agravó cuando el rebelde intendente se opuso al desembarco de la minera Osisko en Famatina, promovida también por la Casa Rosada.
Quintela dejó claro esta semana que no tiene intenciones de kirchnerizarse cuando rechazó las cifras del indec, que indicaban que en su ciudad no había indigentes. “Es falso que hay 0,1 % de indigencia en La Rioja como dice el INDEC, eso quiere decir que serían en capital 200 personas o unas 360 personas en toda la provincia y eso me parece irreal”, afirmó.
Con el gobernador la pelea de Quintela ya tiene consecuencias económicas: La Rioja es la única provincia que no tiene ley de coparticipación y, por lo tanto, el gobernador decide cuándo y con cuanto asistir a cada intendente. Por regla general, el de la Capital es el más castigado ya que se trata del otro hombre fuerte de la provincia. Con Quintela esa regla se cumple a rajatabla.