Todo se inició cuando Casero se puso a hablar de política – con la postura crítica que lo caracteriza -, y dijo hacerlo desde el lugar de la «gente común». Entonces, Torchia lo cruzó: “No somos gente común, estamos en los medios y nuestras opiniones tienen resonancia masiva”.
Insólitamente, por ese comentario, el humorista se sacó: “Dejame terminar de hablar. No estoy hablando con vos, con ese corte de pelo”, le dijo. Y Torchia sacó a relucir la vieja pelea: «¿Por qué me descalificás por eso? Te voy a tener que volver a descalificar porque vos me amenazaste de muerte y es un episodio tan antiguo que no lo quiero ni mencionar”, retrucó.
Entonces, Casero decidió levantarse e irse. Pero, antes, atacó nuevamente al panelista y su colega Diego Brancatelli: «Me voy porque vos (Brancatelli) estabas en la tribuna de ShowMatch queriendo ser famoso. Y vos (Torchia) te cagabas de risa de la gente que iba a tu programa (Cupido). Ojalá que tengas pruebas de todo lo que decís, porque te voy a cagar”, lanzó.
Lejos de calmar las aguas, Casero siguió con el conflicto a través de su cuenta de Twitter. «SABRÁ ESTE HOMBRE QUE TIENE QUE DEMOSTRAR QUE LO AMENACE DE MUERTE? VOY A CAMBIAR DE AUTO YO, Y MI ABOGADO. YA NO VALE LA PENA NADA DE ESTO. LA TELEVISION ES UN…», dijo en mayúsculas, sin terminar la frase.
Por su parte, Franco Torchia habló en el sitio PrimiciasYa y fue contundente: «Él dijo que estaba opinando en representación de la gente común, yo tenía otra idea y no me dejo desarrollarla. Es extraño que un artista vinculado a la supuesta vanguardia y humor extraño utilice como argumentación un corte de pelo para descalificar. Este tipo de episodios ponen de relieve cómo son algunas personas realmente, sus contradicciones y sus miserias. Así, su verdadera imagen se cae como un mazo de naipes y todos ven cómo realmente es».
Y contó el primer episodio por el que se enemistaron: «Me insultó fuertemente hace siete años, a partir de una nota que había publicado en un blog de Clarín. Me llamó por teléfono y fue muy doloroso, me dijo barbaridades irreproducibles y me amenazó con ir a buscarme, cagarme a palos y matarme. Yo no quería reeditar esto, ya pasó, pero él me descalificó y me faltó el respeto».
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