Buscamos en el archivo y encontramos una entrevista que Marco Perera brindó a Data Rioja a fines del 2008. Por entonces, el médico se mostraba preocupado por el incremento de accidentes en motos y pedía un trabajo coordinado entre el Gobierno Provincial y Municipal: «sería más económico que el gobierno provincial que es el que tiene este costo en salud coordine con el municipio y que por cada licencia de moto que se entregue se regale un casco».
Te dejamos la entrevista completa para que descubras cómo ve la salud el nuevo ministro:
Atiende aproximadamente 15 personas por mes que protagonizan accidentes de motos con graves consecuencias por no usar el casco. Es especialista en cirugía cérvico facial y otorrinolaringología. Dice que el casco ideal es el que cubre también el mentón, pero que cualquier elemento que le de protección a la cabeza es bienvenido en una comunidad tan poco conciente de la necesidad de protegerse.
Hace unos meses Marco Perera participó del Foro del Casco que organizó el Concejo Deliberante como una iniciativa para ayudar a tomar conciencia -sobre todo a la gente más joven- sobre la importancia de protegerse la cabeza cuando conducen o se transportan en motos.
“De 8 camas que hay en terapia intensiva en el Hospital Vera Barros, 6 están ocupadas por chicos que protagonizaron accidentes de moto en la vía pública que tienen menos de 25 años”, explica consternado el profesional. “A nosotros debajo del guardapolvo nos pasan muchas cosas. Es terrible tener que enfrentar a los padres y explicarle a la familia la situación de los chicos”, expresó Perera.
El médico atiende un promedio entre 13 y 15 pacientes por mes que tuvieron algún accidente de moto con secuelas en la cabeza, la cara o el cuello. Perera señaló que además de lo terrible que es la muerte, la mayoría de las personas que logran recuperarse quedan con serias secuelas. Muchos quedan totalmente desfigurados”, se lamentó el médico.
En una sociedad tan compleja y competitiva como la actual, aquellos que logran superar o esquivar el impacto neurológico que puede causar un accidente en moto la mayoría de las veces no logra reinsertarse laboralmente porque lo estético ante una cara marcada tiene su peso. “En la sociedad en que vivimos, hay gente que no puede volver a trabajar por las cicatrices que le quedan en la cara. También suelen sufrir crisis depresivas”, explicó el especialista.
DataRioja (DR): Hay gente que cree que unos cascos son mejores que otros. ¿Cuál crees usted que es el ideal?
-Marcos Perera (MP): Sirven todos los cascos que le den protección a la cabeza. No es lo mismo ninguna cobertura que algo limite mínimamente, que te proteja. Es un mito que el casco te puede desnucar. Salvo que te choquen de atrás de manera fuertísima y que te afecte las vértebras. Pero eso es un caso en un millón.
La realidad muestra que lo más frecuente es que el conductor de moto pegue su cabeza con auto de frente y si eso pasa y no tenes casco, te matas. Hay personas que con casco y todo se parten la cabeza, por lo tanto es necesario llevarlo porque si el impacto no es tan fuerte te podes salvar. El casco ideal es el que tenga protección de cara: que tenga una mentonera, que me cubra también la parte baja de la cara.
DR: ¿Usted a nivel profesional nota que aumentaron los accidentes de tránsito?
-MP: Entre el 2006 y el 2008 el crecimiento fue impresionante. Tanto a nivel de atención privada como pública. El Centro de Traumashock del Hospital pasó de atender 460 personas que se accidentaron en la vía pública en el 2006 a 850 en el 2007. Sin embargo el salto más notable y preocupante se dio en el 2008. El Ministerio de Salud dio a conocer hace pocas semanas que en lo que va de este año se produjeron 4000 accidentes. Este crecimiento tiene relación directa con la venta de motos que se adquieren con una entrega mínima de dinero. Creo que la solución para esto pasa por el transporte de pasajeros y por el tema de la seguridad en muchos barrios, donde el colectivo no entra. Si el colectivo no pasa la gente tiene que buscarse algún medio de transporte y en general se trata de familias numerosas.
Perera cree que si bien el tema del casco es importante, “debe haber un cambio desde la óptica nuestra, como comunidad. El problema del casco es solo la punta del ovillo. Hay muchísimas motos que no tienen luces y andan sin ningún problema tanto de día como de noche”.
Respecto a las medidas de control que viene implementando el municipio, Perera cree que “todo lo que incomode a las personas para que usen el casco está bien. Hay que hacerle la vida imposible al conductor de motos para que lo use”. En este sentido dijo que la prohibición de vender nafta si la persona no lleva el casco le parece bien.
“Creo que lo del casco es como el cinturón de seguridad”, explica Perera y recuerda lo que hacen los autos modernos que si la persona no se coloca el cinturón una vez que arrancó el vehículo. Comienza a sonar una alarma tan molesta que la gente termina obedeciendo más por incomodidad que por conciencia.
DR: Muchos dicen que en La Rioja con tanto calor el casco resulta sofocante…
-MP: Es mentira que el casco te sofoca, es una cuestión de costumbre. A mi me parece perfecto que se controle en cada esquina de la ciudad, cada 300 metros, como sea, que el conductor de motos se sienta rodeado.
DR: Como crees que puede solucionarse la indiferencia de la comunidad y que finalmente la mayoría use el casco?
-MP: Si como dice el ministro de Salud se gastan 25 millones de pesos al año en salud por accidentes de tránsito, sería más económico que el gobierno provincial que es el que tiene este costo en salud coordine con el municipio y que por cada licencia de moto que se entregue se regale un casco. Y a la vez que el municipio implemente controles intensos y permanentes. Así la gente no te puede decir que no tiene el casco. Y en el caso que no lo tenga le pones una multa bien alta.
Se estima que actualmente hay en La Rioja 110 mil motos entre las que están registradas y las que no lo están. Hay familias que tienen entre dos y tres motos.
Lesiones más frecuentes
Las lesiones que más se repiten están vinculadas a las neurológicas que serían las más graves como edemas y hematomas cerebrales. Y casi siempre, si se llega a lesiones tan serias es inevitable que además el accidentado tenga además fractura órbitomalares (alrededor del ojo), fractura de pómulos, fractura manchas superiores e inferiores y fractura nasales. “Todo traumatismo que tiene la fuerza de fracturar un hueso de la cara tiene la fuerza suficiente para producir trastornos neurológicos”, explica Perera.
Además, el profesional recuerda que “una fractura de mandíbula deja a la persona inhabilitada entre uno a dos meses para masticar y tiene que hacer una dieta licuada”.
Los accidentes de tránsito siguen reproduciéndose diariamente. Las grandes cantidades de dinero que gasta el Estado más los daños en muchos casos irreparables en el cuerpo de las personas son sumamente graves, sin embargo, todo esto puede revertirse. Lo que no puede revertirse es la muerte de miles de personas, la mayoría jóvenes menores de 25 años, que fallecen inmediatamente o luego de una larga agonía y generalmente sin que la causa figure dentro de estas escalofriantes estadísticas.
Redacción DataRioja
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