En el artículo 1º de ese documento, los presidentes de ambas cámaras establecieron un reajuste del 16 por ciento a partir del 1º de enero y otro del 12 por ciento desde el 1º de febrero. En total, la suba del sueldo de los legisladores trepa al 30 por ciento, aunque el presidente Javier Milei sostiene públicamente que «no hay plata».
De esta manera, los legisladores cobrarán alrededor de 2,5 millones de pesos, sumando los 2,1 de ingresos netos y los 464 mil pesos que perciben por desarraigo.
Cada año, diputados y senadores se adjudican un aumento en sintonía con la paritaria del personal legislativo, una costumbre instalada por la «Ley Enganche» de 2011. No obstante, fuentes gremiales concedieron que entre 2019 y 2022 los legisladores desengancharon sus ingresos, como un gesto político.
Con el incremento de 30 puntos, diputados y senadores le ganaron a la inflación del primer bimestre del año.
La dieta de un legislador se calcula a partir de un sueldo de categoría A1, más 10 años de antigüedad, título universitario, capacitación de categoría 1 y 10 por ciento de categoría 1 por función de director.