Gustavo Castro, referente de FONIVA, advirtió sobre la crítica situación del sector textil. Cerca del 90% de las fábricas licencian al personal antes de las Fiestas por la caída de la producción. Ya se perdieron más de 400 empleos en los últimos dos años.
Gustavo Castro, representante de FONIVA en la provincia, describió un panorama sombrío para la industria de la confección. «La verdad que es una situación muy complicada y la mayoría de nuestras empresas, las que han quedado en pie de nuestro parque industrial, se está haciendo cada vez más complicado», aseguró.
Aguinaldo en cuotas
El principal foco de conflicto por estas horas es el pago del medio aguinaldo de diciembre. Ante la falta de liquidez, las patronales propusieron desdoblar el pago, una medida que el sindicato intenta acotar para que no impacte de lleno en el bolsillo de los trabajadores durante las Fiestas.
«Las empresas aducen o nos están solicitando a nosotros los trabajadores poder abonar el aguinaldo en dos partes», explicó Castro. La negociación gira en torno a realizar «una entrega antes de la fecha del 24 de diciembre y a la semana siguiente tratar de hacer una entrega nuevamente».
Desde el gremio apelan a la «responsabilidad» del sector privado. «Es una situación difícil para todos, tanto para las empresas y más todavía aún para los trabajadores. Se vienen unas fechas tan caras a los sentimientos nuestros que los trabajadores también tienen que hacer frente a distintos gastos», remarcó el dirigente sindical. El objetivo de FONIVA es que la totalidad del pago se cancele, a más tardar, el «5 de enero».
Vacaciones forzadas y caída de la actividad
Otro dato que expone la parálisis del sector es la decisión de las fábricas de adelantar el receso estival. Históricamente, ante la demanda de fin de año, las textiles trabajaban hasta mediados de enero. Este año, la ecuación se invirtió drásticamente.
«Un 90% de las empresas salgan ahora para el 19 de diciembre de vacaciones», confirmó Castro. Y detalló el contraste con épocas anteriores: «Ante la urgencia de entregar pedidos, las empresas con anterioridad solicitaban al personal o arreglaban el comienzo de las vacaciones para la segunda quincena de enero o en algunos casos para febrero. Hoy, como está la situación y teniendo en cuenta la baja de la productividad, no hay urgencia».
Sangría de empleos
El ajuste en el Parque Industrial no es nuevo, pero la perspectiva a futuro preocupa aún más. Según las cifras que maneja el sindicato, la pérdida de puestos de trabajo ha sido constante. «Nosotros ya vamos contabilizando cerca de 420, 430 trabajadores en nuestro sector en estos últimos 2 años que han quedado sin trabajo», lamentó Castro.
Lo más alarmante es la falta de horizonte. «Hoy lamentablemente te podré decir que no hay ninguna empresa de nuestro parque industrial que tenga la proyección para hacer entre febrero o hasta marzo de trabajo», sentenció. La dinámica de producción se ha reducido al mínimo: «Esto ya no es mes a mes, esto es semana a semana para ver qué tienen las empresas para hacer».
El dirigente concluyó con un diagnóstico pesimista sobre la economía nacional y su impacto local: «Nosotros lamentablemente no estamos viendo una reactivación ni nada por el estilo porque esta recesión se está haciendo eterna. Mientras la gente no tenga dinero para poder comprar, esto no se va a reactivar».

