Una mujer de la zona sur utiliza diversos argumentos para embaucar a taxistas y a remiseros, hacerse llevar a diferentes puntos de la ciudad y dejarlos sin pagar. Que mi hijo está enfermo, que mi padre le dio un ACV o que estoy separada son algunos de las mentiras. Una vez que la trasladan a su vivienda, la mujer les dice que no les puede pagar, le deja su número de teléfono y les pide que la llamen para abonarles. El ardid también se lo haría a choferes de las empresas de colectivos.
Después de varios hechos, la Policía descubrió que la mujer, de apellido Ceballos, tiene una sola hija, vive con su marido y que además su padre falleció hace unos 4 años.
Esta no sería la única práctica de la mujer que vive en el barrio Urbano N° 33, quien también dejó una deuda en la despensa del barrio y su propietaria, cansada de cobrarle, decidió hacer justicia por su cuenta arrojándoles piedras a la vivienda.
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