Redacción de RiojaLibre
Las campañas de marketing o las distintas estrategias electorales pueden potenciar los puntos altos, disimulando y ocultando los déficit del candidato en cuestión. Pero no se puede ‘cambiar’ la realidad que se vive. La historia de nuestro País, y nuestra Provincia, indican que a la hora de depositar el voto en la urna, el ciudadano prioriza –por sobre cualquier otro motivo- el contexto económico y social que atraviesa.
Si la situación económica es próspera, haga lo que haga la oposición, triunfará el oficialismo. Si la economía es estable, y depende del ‘ojo con el que se la mire’ para definirla, es aquí donde mayor fuerza y preponderancia toman las ‘campañas publicitarias’ y estrategias, ya que repercutirán directamente en el resultado. Pero si la situación económica es crítica, invadidos por una crisis que no permite al ciudadano satisfacer sus necesidades básicas, haga lo que haga el oficialismo su derrota será inevitable.
En 2015 primó la segunda alternativa: la estabilidad económica que atravesaba la argentina hizo que la ‘situación financiera’ perdiera protagonismo en la elección, dejando el lugar central al enfrentamiento político/ideológico. Sin embargo, en 2019 reina un escenario distinto: las políticas económicas del Gobierno Nacional son las únicas protagonistas de la Gestión. Todo parece girar en torno a la situación financiera: el dólar a $60, Inflación superior al 55%, Pobreza Récord del 35%, Desocupación récord, etc.
Todas las Encuestadores coinciden que la imagen negativa de Mauricio Macri supera el 70%, profundizándose esta situación luego de las PASO. Si la imagen del Presidente sigue bajando de la manera estrepitosa en la que lo está haciendo, no hay estrategia o campaña publicitaria que valga. El riojano sabe que Julio ‘Martínez es Macri’, y sabe que Inés Brizuela y Doria es Macri; ese 70% al 80% ‘antimacrista’ votará –en general- en contra de Martínez y en contra de Inés.
Este panorama, más allá de la división del Peronismo, es el que reduce las posibilidades del radicalismo de llegar a la Gobernación y/o a la Intendencia capitalina. El objetivo de Martínez e Inés se limita a -nuevamente- engañar al elector: convercerlo de que ellos ‘no son Macri’ para evitar que los ‘hunda’ la inmensa imagen negativa del Presidente en La Rioja.
Tarea muy difícil para los candidatos macristas. A Macri se lo puede borrar de los afiches, se lo puede sacar de los panfletos y hasta se pueden editar los Spot de Nación para sacar su nombre; pero el riojano no olvida que Julio Martínez fue Ministro de Defensa de Mauricio Macri durante casi dos años, con responsabilidad en la desaparición del ARA San Juan. El riojano tampoco olvida que Inés Brizuela y Doria votó en contra de ‘frenar los Tarifazos’, con un discurso ultra macrista.
El riojano no olvida que durante cuatro años Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria fueron Macri. Esa realidad no se puede borrar en un mes de Campaña.