Redacción de RiojaLibre
Hasta los más anti tellistas admitían que «si hay algo que hay que reconocerle a Tello Roldán es que tenía a la Universidad entre algodones, con una limpieza y orden nunca visto en otra Universidad o ente público». El problema aparecía a la hora de revisar las ‘formas’ con las que se conseguía dicho orden y limpieza.
Sin embargo, la llegada del calderonimo significó -repetimos: hablando estrictamente de limpieza y orden, sin ‘interpretaciones’ políticas- la llegada de la mugre y la suciedad a la UNLaR: Antes, entrar a cualquier edificio de la Universidad daba gusto y era admirable la limpieza que ostentaba. Hoy, cuando entrás a muchos lugares debes contener la respiración. Por ejemplo, si te dan ganas de orinar:
¿Qué le está pasando a nuestra Universidad? ¿Por qué se está viniendo abajo?