Redacción de RiojaLibre
Imaginemos que Julio Martínez logra concretar el acuerdo partidario que el Macrismo tiene con la UCR, y se consagra como candidato a Gobernador por Cambiemos. Si así sucede, fuentes del Municipio aseguraron a RL que Alberto Paredes Urquiza no aceptará ser Vicegobernador, sino que -dentro del esquema de Cambiemos- irá por la reelección en la Intendencia.
Ahora bien, imaginemos que en la Interna del PJ quien resulta ganador es Ricardo Quintela (uno de los tres pre candidatos con más chances junto a Madera y Guerra). El capitalino riojano tendría en la elección General el siguiente esenario: Martínez vs Quintela en la Gobernación, y APU (pegado a la boleta de Martínez) vs colectoras del PJ en la Intendencia.
Esa ecuación es la que pretende evitar el martinismo. Es que existen miles de empleados y funcionarios municipales, que si bien ahora son ‘paredistas’, no pueden negar su historia, sus doce años en el quintelismo. Si APU y Quintela no compiten en el mismo estamento, este gran caudal de dirigentes tentrá la posibilidad de votar a los dos, sin sentir que traicionan a su actual o ex Jefe Político.
En la Gráfica lo sintetizamos en 9 importantes dirigentes (Narváez, Luna, Tanquía, Sánchez, Tissera, Butiche, Saavedra, Carbajal y Herrera), pero la lista de ex quintelistas que hoy presta sus servicios en el Municipio y son considerados ‘paredistas’ es interminable. Existen Secretarios, Subsecretarios, funcionarios de primera, segunda y tercera línea, y dirigentes barriales que durante 12 años fueron ‘férreos Quintelistas’. En 216, afuera del Municipio, el Gitano no los pudo contener y ‘de algo hay que vivir’; por eso Quintela es el primero que entiende que hoy ‘sean paredistas’ y muy lejos está de tildarlos de ‘traidores’.
Ahora bien, imaginando una elección donde APU y Quintela no se enfrenten directamente, a este gran grupo de ‘ex quintelistas’ se le abre un abanico enorme de posibilidades. No solo por ‘la campaña’ en sí (el Quintelismo irá en búsqueda de cada uno de ellos para que voten por Quintela sin tener que dejar de votar por APU), sino de cara al futuro: ¿qué más puede pedir ese ‘gran grupo’ que tener a Quintela Gobernador y APU Intendente en 2019?
Si Quintela llega a la Gobernación, obteniendo el premio mayor, son miles los ‘cargos’ que hay que cubrir. Es un hecho que muchos de los que fueron Quintelistas y hoy son funcionarios municipales, sean tentados para ocupar cargos en Provincia. Insistimos: ¿qué más puede pedir ese ‘gran grupo’ que nosotros sintetizamos en 9 dirigentes, que ser tironeados -en 2019- por Provincia y Municipio para ocupar cargos y áreas de poder?
Sin quererlo, Cambiemos le podría dar la ‘solución’ que tanto busca el PJ para Capital. En el oficialismo saben que si no se pierde en Capital por paliza (más de 12.000 votos), el triunfo está asegurado por la fidelidad del voto que el oficialismo logra en el Interior, con una ventaja porcentual promedio de 70 a 30.
Por todo lo puesto es que Mashasha luchará no solo por consagrarse como candidato a Gobernador, sino por convencer a APU que sea su Vice, de manera de obligarlo a competir con Quintela en el mismo estamento y eliminando al capitalino la posibilidad de ‘votar por los dos’. Si no lo hace, el corte de boleta será inevitable.