Redacción de RiojaLibre
Solo un análisis miope de lo ocurrido puede sostener que la asunción de Ricardo Guerra en el Senado de la Nación es una derrota política para el Gobierno Provincial. La lectura correcta es totalmente opuesta: con Guerra Senador, Casa de las Tejas da el paso más importante en la Unidad del PJ desde que Quintela asumió la Gobernación.
Es cierto que Ricardo Guerra no se fue de la mejor manera del Gobierno (con Sergio Casas al mando), y también es valedero que quizás esa salida desencadenó la ruptura de Luis Beder Herrera con el oficialismo, que terminó con la candidatura de Beder a Gobernador por fuera del PJ.
La muerte de Carlos Menem, que durante toda su vida luchó por ‘ver juntos’ a todos los compañeros, fue quizás su último gran aporte a la unidad del peronismo riojano. Es que para dirimir su reemplazo hubo que remontarse a la lista del 2017, con Beder, Quintela y Casas en el mismo espacio. Es por ello que le tocó a un bederista ocupar la vanca bacante.
En declaraciones a #DespiertaProvincia, Guerra no negó su pertenencia al Bederismo, por el contrario, la reafirmó: “con el Dr. Beder Herrera cada tanto tenemos reuniones, charlas, pertenezco a su espacio político». Sin embargo, inmediatamente, agregó: «sin perder las identidades uno puede conversar y trabajar conjuntamente, me puse a disposición del Gobernador, le dije que cuente con mi ayuda, que no tenga duda de eso, el interés general de la Provincia está por encima de todo”.
“Voy a respetar los lineamientos del Gobierno Nacional, del cual me siento parte”, fue otra de las frases que sentenció el inminente Senador, anticipando cuál será su rol en la Cámara Alta. Como se sabe, el Gobierno Nacional y el Provincial transitan los mismos andariveles; Quintela respeta a rajatabla los lineamientos de Alberto Fernández. Ergo, votar a favor del Gobierno Provincial será también votar a favor del Gobierno Provincial.
‘Guerra Senador’ es el puntapié inicial para terminar de concretar la Unidad entre Ricardo Quintela y Beder Herrera. Para el presente año electoral, el oficialismo provincial tiene como objetivo ‘seducir’ a esos 50 mil votantes que en 2019 votaron por Beder. Si lo consigue, la victoria será apabullante, quedándose con las dos bancas para Diputados Nacionales en juego.
La asunsión de Guerra en el Senado, lejos de ser una derrota política, es el primer paso para sumar a los 50 mil riojanos que dos años atrás no votaron por Quintela.