Flavia relató que desde que nació Ciro ella cumplió con todos los controles médicos para velar por la salud del pequeño, sin embargo todo parecía normal hasta que el pequeño quiso comenzar a caminar, y no podía, ya que se caía constantemente. Ante estola mamá lo llevo a un especialista quien descubrió que el niño tenía displasia en su cadera.
Pero debido a que el niño ya tenía la intención de caminar y hacia fuerza no se le podía colocar el corseé que podría haber corregido su displasia desde más temprana edad, por lo que la única solución fue operar al niño a quien tuvieron que colocarle un clavo e inmovilizarlo desde el torso hasta el pie.
Luego de la operación los médicos en el hospital Garrahan le dijeron que de todas maneras el niño tendría algunos incovenientes como usar plantillas ortopédicas y secuelas por esta falta de atención por parte de la pediatra que le realizaba los controles.
“Fue horrible ver entrar a mi hijo a un quirófano, es algo horrible que no se lo deseo a nadie, por ahí em da ganas de ir a buscar a la doctora”, dijo entre lágrimas Flavia quien manifestó que denunciará a la profesional que controlaba a su niño.