Cerca de las 8, un carretelero encontró el cadáver de Hugo Andrés Malla (35) en un descampado ubicado detrás del camping Luz y Fuerza, a metros de la calle Félix Suárez. El hombre estaba sin remera, con medias blancas y un pantalón de jogging. Presentaba signos de haber sufrido varios golpes y hasta de haber sido atropellado por un vehículo.
En su poder no tenía ninguna pertenencia, por lo que la primera tarea de los pesquisas fue identificar a la víctima fatal y así encaminar el expediente, que es liderado por el fiscal departamental Tomás Guevara.
A las pocas horas, las autoridades encontraron una camioneta Ford F-100 incendiada ubicada a 400 metros del lugar del hallazgo. Al investigar mediante el número de patente pudieron determinar que no había sido denunciada como robada, lo que motivó que los pesquisas la vincularan con la muerte.
La propietaria del vehículo es una mujer que reside en Las Heras, quien fue consultada por los sabuesos del caso. Explicó que es la dueña de la camioneta pero su esposo tiene la tarjeta azul y la utiliza para trabajar frente a la feria de Guaymallén.
La última vez que vio a su marido -estan casados hace 16 años- con vida fue la noche anterior, cuando estaba tomando bebidas alcohólicas con otras mujeres y un grupo de hombres. La propietaria de la camioneta lo retó y le sacó la llave del rodado para que no volviera a salir, pero Malla lo hizo arrancar conectando los cables y se fue con tres hombres más del lugar.
La testigo también aportó una descripción física de su esposo que, según fuentes ligadas a la causa, coinciden con la del hombre encontrado sin vida. En el vehículo también econtraron manchas de sangre que están siendo analizadas. Con los exámenes del Cuerpo Médico Forense determinaron que el cuerpo pertenecía a este individuo que nació en La Rioja y tiene 35 años.
Con respecto a las circunstancias del crimen, si bien no se ha descartado ninguna hipótesis, las autoridades creen que se trató de una pelea entre borrachos.