Hay fans que dan un poco de miedo y este es uno de ellos. McCoid participó en el documental My Tattoo Addiction en el 2012 para mostrar no solo su adicción a los tatuajes, si no su obsesión por Miley Cyrus. No hay una parte de su cuerpo donde no lleve alguna referencia hacia la intérprete de Wrecking Ball o a su música, lleva el nombre de Miley tatuado en distintas tipografías a lo largo y ancho de su cuerpo y su locura está llegando a preocuparlo hasta a él mismo.
McCoid se separó de su mujer en el 2011 y cualquiera pensaría que la causa de ello fue su obsesión por Miley, pero él mismo declaró al diario The Sun que su mujer pensaba que era algo raro pero no fue esa la razón. Eso sí, cuando se divorció empezó a pensar cada más en la cantante y los tatuajes fueron en aumento.
Un comportamiento que ha traspasado los límites de lo obsesivo y el propio McCoid ha reconocido al Daily Mail que cree que necesita ayuda y hablar acerca del tema. Algo que no le vendría nada mal viendo la colección que recorre su cuerpo.
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