Fue un salvamento insólito. Él mismo dice que debería haber muerto. Pero cuando la humilde choza de piedras grises se derrumbó sobre Funchu Tamang, quien cree tener 101 años, su nuera rápidamente lo sacó entre los escombros. Una piedra que lo golpeó en el pecho le rompió un par de costillas, lo cual le dificultaba la respiración. MIRÁ EL VIDEO.