En helicóptero. En avión de línea. En aeronaves privadas. En auto.Mauricio Macri recorrió 171.197 kilómetros desde el 10 de diciembre: 115.323 los hizo en viajes al exterior; 55.874 los recorrió en las provincias argentinas y en el Gran Buenos Aires.
Veamos el detalle de los casi 56 mil kilómetros recorridos en Argentina, donde sobresale La Rioja como una de las cinco Provincias que el Presidente todavía NO visitó:
En términos de recorrido representan algo así como pegar cuatro giros al mundo si se tienen en cuenta los 40.066 kilómetros que comprenden una vuelta a la tierra siguiendo la línea del Ecuador.
El Presidente utilizó el periplo para fines bien disímiles. Mantuvo reuniones bilaterales con varios de los funcionarios más poderosos del mundo (con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, con la canciller alemana Angela Merkel, con el presidente francés François Hollande y con el de Estados Unidos, Barack Obama, entre otros) pero a la vez mechó entrevistas y encuentros reservados con empresarios para intentar cautivar inversores.
En el medio, intercaló con bajadas al Conurbano profundo y a las localidades del interior del país más apremiadas, donde todo siempre parece a punto de estallar.
El jefe de Estado buscó disuadir el descontento con su presencia: hace tiempo que en el Gobierno tomaron nota de que en algunos rincones la inflación destroza las ya averiadas economías familiares.
Temen que esa angustia que palpan cada vez que concurren (María Eugenia Vidal le ha advertido a Macri que hay situaciones desesperantes que requieren ayuda del Estado urgente) se transforme en un factor de desequilibrio para la imagen presidencial.
“Nuestra agenda será siempre así: vamos a gobernar con un pie en los países desarrollados y con otro en el barro. La idea es seguir mostrando cercanía ”, cuenta uno de los asesores del Presidente, a tino con el libreto de Jaime Durán Barba.
En estos ocho meses, Macri fue y vino varias veces a Lomas de Zamora, por ejemplo, y pasó otras tantas por La Matanza.
Son partidos populosos, bien peronistas, donde intenta demostrar en el cara a cara con los vecinos que está preocupado por las necesidades más básicas. Hasta allí también suelen ir sus ministros y la gobernadora Vidal. Porque asoma otro hecho incontrastable: en ese territorio se definirá el año próximo la suerte electoral del oficialismo.
Lomas y La Matanza parecen haber picado en punta en las prioridades bonaerenses de Macri.
En eso -más allá de la caliente interna que sacude al PRO en tierra bonaerense, donde se han agravado los cortocircuitos entre Vidal y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó- todos coinciden con la enseñanza kirchnerista: no hay futuro electoral en la Provincia si no se logra penetrar en esas zonas.
En cambio, a la hora de hilvanar la agenda internacional, Macri parece haber adquirido una distancia abismal de sus predecesores en el cargo.
El Presidente no oculta su favoritismo por Estados Unidos. Primero recibió a Obama en Buenos Aires y luego pasó por Washington para verse con Barack Obama en la Casa Blanca y reforzar una relación que considera clave.
También consideró primordial acudir a Sun Valley en julio –tras recorrer Francia, Bélgica y Alemania– para participar de una cumbre de multimillonarios que cobija a la elite mundial de los negocios, y de la que se fue sin hacer comentarios a la prensa. A esa cumbre llegó por sugerencia del embajador Martín Lousteau.
“Volveremos todas las veces que haga falta. Estados Unidos es la llave para abrir puertas en el mundo”, admiten fuentes de la Cancillería.
En la Rosada consideran un gran avance el anuncio del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, de permitir que los argentinos puedan utilizar el servicio Global Entry al ingresar a Estados Unidos. El sistema permite evitar las filas en los puestos de Migraciones y hacer el trámite en máquinas electrónicas con el pasaporte.
Los viajes al exterior fueron pensados desde el inicio de la gestión para salir a la caza de inversores.
Es que, aunque muchos cuestionan que el famoso segundo semestre no llega, Marcos Peña y de Alfonso Prat- Gay aseguran que las giras le permitieron a “la Argentina se asegurarse 35 mil millones de dólares en inversiones”. Habrá que verlo para creer. Por lo pronto organizan un Foro en Buenos Aires con CEO’s de las mayores empresas del mundo ( ver página 19).
Y mientras el Gobierno acelera la compra de un avión propio para continuar con sus planes internacionales, Macri prepara nuevos viajes: China, Roma (para ver al Papa Francisco) y Panamá. La agenda sigue sin contemplar dos lugares odiados por el relato macrista: Venezuela, la tierra de Chávez, y Santa Cruz, la única provincia que Macri no visitó ni antes ni después se consagrarse presidente.w