Redacción de RiojaLibre
En el caso de que La Rioja hubiese tenido PASO, Paredes Urquiza, Armando Molina, Felipe Álvare, Hugo Vera, Claudia Ortiz, Oscar Luna y todos los otros precandidatos peronistas podrían haber definido quién es el candidato del PJ en las urnas, definiendo UNA sola fórmula, fortalecida y con triunfo garantizado ante el radicalismo.
Pero sin PASO, todos los candidatos se ven en la encrucijada de definir se sostienen su candidatura (perjudicando al peronismo y ayudando a FCR) o declinan sus aspiraciones. La gran mayoría de los pre candidatos desbordan optimismo y confían ciegamente en sus posibilidades, provacando un fuerte dolor de cabeza a sus respectivos líderes políticos.
Quien disfruta de este escenario es Inés Brizuela y Doria, que cruza los dedos para que ‘nadie’ se baje y el elector peronista tenga varias alternativas para depositar su voto.
En el caso de la Gobernación, la situación es similar, aunque no con la misma cantidad de pre candidatos. Sergio Casas, Ricardo Quintela y Carlos Menem aspiran a la Gobernación; si no ‘acuerdan’ una sola fórmula, el gran beneficiado es Julio Martínez, que gozará de la división del voto peronista de sus contrincantes.
¿Por qué se beneficia FCR y no padece el mismo problema que el peronismo? Porque el radicalismo tiene menos figuras y alternativas que el oficialismo, y ya decidió sus candidatos hace dos años: Julio Martínez Gobernador e Inés Brizuela y Doria Intendente.
Ejemplifiquemos el escenario con números hipotéticos: En Capital, el Radicalismo tiene 20 seguidores y el Peronismo 60. Ahora bien, la UCR le da esos 20 seguidores a una sola candidata (Brizuela y Doria), mientras que el peronismo divide sus 60 en Armando Molina (16), Paredes Urquiza (15), Hugo Vera (10), Felipe Álvarez (5), Oscar Luna (5), Claudia Ortiz (5) y Carlos Machicote (4).
Consecuentemente, sin PASO, Inés es la ganadora con 20. Si hubiese habido PASO Municipales, Armando Molina se habría consagrado como el candidato del PJ, consiguiendo el respaldo de todos los otros candidato y venciendo cómodamente en la elección general a Brizuela y Doria por 60 a 20. Al negar la posibilidad de las PASO, Beder Herrera obliga al peronismo a que elija su candidato ‘a dedo’, corriendo el serio peligro de que dicha dedocracia deje varios ‘heridos’ en el camino que no bajarán su candidatura, dañando al PJ.
A nivel Provincial, el escenario es similar. La gran pregunta es: ¿Por qué el Gobernador negó las PASO, beneficiano claramente a FCR?