Si bien había gente que llegó de buena fe, la mayoría de ellos pernoctaban frente de la Residencia bajo amenazas de que si no asistían, perderían su trabajo. En la jornada de este lunes y tras dos días sin respuesta decidieron utilizar la violencia como herramienta para expresar su reclamo.
Así, se mezclaron con los presentes, manifestantes movilizados, enviados y pagados por el Municipio para que rompan todo a su paso ante la mirada indiferente de la Intendenta, quien claramente buscaba que las fuerzas de seguridad reaccionen. Ante esto, el gobernador riojano, Ricardo Quintela dio la orden de que no intervenir y evitar males mayores.
Como se recordará, la representante del macrismo en La Rioja, nombró de manera unilateral como empleados de planta a más de 1300 precarizados (cientos de ellos sin antigüedad) y luego pretendió que el Gobierno Provincial se haga cargo de los haberes de estas personas, a sabiendas que hay la Ley de Coparticipación Municipal, en su artículo 10° es clara respecto a esto, ya que indica que solo son reconocidos por la Provincia, aquellos agentes que fueron nombrados hasta diciembre de 2014, salvo aquellos nombramientos que estén debidamente justificados y que cuenten con autorización previa de la Función Ejecutiva.
El Ejecutivo Provincial transfiere cada mes, los fondos que la Ley de Coparticipación establece, quedando por cuenta del Municipio la administración de los mismos.
El mismo día que comenzó la manifestación el Gobierno Provincial giró al Municipio de Capital, de manera excepcional, casi 23 millones de pesos adicionales a los que les correspondía, entre otras medidas.
Como se especuló desde un principio, ésta sería una maniobra netamente política de cara a las próximas elecciones que se avecinan. En ese sentido, la intendenta recibió a través de redes sociales, el apoyo del sector macrista con el expresidente Mauricio Macri a la cabeza y hasta tuvo la visita dos gobernadores, uno que responde al radicalismo y el otro a Cambiemos.
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