Por medio de la ordenanza N°5.402, los concejales capitalinos aprobaron el cambio de nombre de la Avenida Rivadavia por el de Tinkunaco, por entender que esta denominación está enraizada en la cultura riojana más que en la del nombre del exmandatario. En tanto, desde el bloque de Fuerza Cívica Riojana se manifestaron en contra de la modificación. “Hemos recibido muchas quejas; por ello vamos a reunir firmas para intentar revertir la situación,” indicaron los ediles.
Los concejales Sebastián Cutrona y Karina Maldonado manifestaron su intranquilidad por la iniciativa promovida por sus colegas en el Concejo Deliberante. “Más allá de las buenas intenciones de los ediles que impulsaron la ordenanza, nos preocupa que no se haya consultado con los vecinos ni prevenido las consecuencias prácticas de la medida,” explicaron.
“Sabemos que muchos vecinos y comerciantes de la zona están disgustados con la iniciativa, especialmente por las consecuencias prácticas de la medida,” manifestó el presidente del bloque de concejales de Fuerza Cívica Riojana, Sebastián Cutrona. Además, puntualizó que “el cambio de nombre puede provocar consecuencias no deseadas como la renovación forzosa de los DNIs de los vecinos de la calle, problemas con la correspondencia, entre otros.”
Recolección de firmas
Con el objetivo de reconsiderar la ordenanza aprobada, Sebastián Cutrona dijo que “el miércoles vamos a salir a la calle, a partir de las 10 de la mañana, a consultarle a la gente si está de acuerdo con la iniciativa.” Asimismo, indicó que “si las firmas nos acompañan, mañana mismo vamos a llevar la propuesta para que el intendente vete la ordenanza antes de finalizar el año.”
“La campaña de firmas de este miércoles está fundada en nuestra visión participativa de política, en donde la consulta y nuestra intervención directa nos permite evitar problemas de medidas unilaterales como las que tomaron los concejales al modificar el nombre,” sentenció el concejal.
La campaña estará coordinada por la Juventud Radical.
Veto de ordenanza
Según lo detalló el joven edil, el artículo 97 de la ley orgánica transitoria faculta al intendente a vetar una ordenanza total o parcialmente dentro de los diez días hábiles de haberla recibido. “Recurrimos a las firmas y, eventualmente, al veto, porque las sesiones ordinarias para este año han culminado y queremos buscar una solución rápida para los vecinos antes de que las consecuencias legales sean irreversibles,” sostuvo Cutrona.