En la primera clase de Introducción a la Comunicación, el Jefe de Cátedra nos recibió a todos los estudiantes haciendo la señal de silencio, se dio vuelta y escribió en el pizarrón: “Nos mean y la prensa dice que llueve”. Con la inocencia a flor de piel que caracteriza a cualquier adolescente, pensamos: “Se equivocó, quiso poner ‘Llueve y la prensa dice que nos mean’”.
Como si nos hubiese leído la mente, el académico nos dijo: “Creen que la frase es al revés, ¿no? Pobres inocentes… No tienen una idea en el infierno en el que se meten”. Luego de cinco años de estudio, entendimos certeramente a qué se refería el profesor con su drástica frase.
Cuando vemos como todos los medios de comunicación riojanos le son funcionales a los políticos (esos que nos ‘mean’), intentándonos convencer de que vivimos en una Provincia donde todo es color de rosa; entendemos a ciencia cierta lo que nos quiso expresar nuestro primer profesor en el ámbito universitario.
Es por esa paradigmática frase que nos causa pavor ver como los medios riojanos se olvidan de decir lo que saben, para solo informar lo que les dejan.
Como dejan de actuar como «árbitros» de la actualidad, y se reducen a realizar mera propaganda del sector que representan.
Como se apartan de la calidad y la transparencia la hora de afrontar su trabajo, y obedecen a sesgos comerciales o políticos.
Como privilegian la noticia fácil que deje bien parados a sus ‘jefes’, en lugar de perseguir «la búsqueda de la información veraz que comprometa a los poderosos».
Como cierran sus mentes y dan por sentado cualquier presunción, en lugar de investigar hasta las últimas consecuencias.
Como su principal característica es la rutina, transformando la espontaneidad en una utopía.
Como tiran por la borda sus valores y se venden al mejor postor.
Como se enorgullecen de ser poderosos y cómplices, en lugar de oficiar de «testigo» de la realidad y descubrir los actos de quienes dirigen la vida pública.
Como su principal tarea consiste en ser panfletario de quien más dinero ofrezca, dejando su carácter objetivo e imparcialidad de lado.
Es por ello que nace este loco proyecto, con una sola meta: contarles a nuestros lectores como nos están ‘meando’. Nuestro desafío es no caer ante la tentación de convertirnos en uno más de esos medios a los que tanto criticamos. Estamos convencidos que tenemos la capacidad suficiente y los principios necesarios para conseguirlo. Sin embargo, creemos que tu rol es fundamental en esta relación que intentamos comenzar; si en alguna ocasión nos debilitamos y flaqueamos, vos debés ser quien nos haga sentir el rigor de lo que aquí manifestamos.
Tenemos diez mandamientos que guiarán nuestro camino: 1- Desconfiarás de los políticos por sobre todas las cosas. 2- Tomarás el nombre de los políticos en vano. 3- Vigilarás y controlarás a los políticos a toda hora. 4- Solo honrarás al ciudadano y lector; la insolencia con un político no será pecado. 5- Una muerte no es un accidente, siempre hay un responsable que debe hacerse cargo. 6- Publicarás cada acto impuro que cometan los políticos. 7- Informarás y denunciarás cada centavo que un político ‘robe’ impunemente. 8- No mentirás, ni permitirás que los políticos mientan impunemente. 9- No serás cómplice de los pensamientos y actos impuros de los políticos: 10- No codiciarás el protagonismo ajeno (En la Galería de Imágenes –abajo- están todos los grafitis con cada mandamiento).
Queremos demostrar que nuestro profesor estaba equivocado; que aunque la regla general en el periodismo sea que los medios ‘nos digan que está lloviendo’, RiojaLibre analizará exhaustivamente el líquido hasta comprobar que es agua. Y si no lo es, no sólo lo contaremos, sino que investigaremos quiénes son los que nos están meando.
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