En el informe se cita un amplio rango de fuentes de contaminación y tóxicos, incluyendo el “cromo hexavalente” -metal que se halla espontáneamente en el agua, el suelo y las rocas- de curtidoras y metales pesados liberados por procesos de fundición.
El listado esta encabezado por Agbobloshie (Ghana), Chernóbil (Ucrania) y el Río Citarum (Indonesia).
Los lugares incluidos en el estudio representan un riesgo para la salud de más de 200 millones de personas en países de bajos y medianos ingresos.
Los siete siguientes son: Dzerzhinsk (Rusia), Hazaribagh (Bangladesh), Kabwe (Zambia), Kalimantan (Indonesia), Río Matanza-Riachuelo (Argentina), Delta del Río Níger (Nigeria) y Norilsk (Rusia).
“Es importante señalar que el problema es en realidad mucho mayor que estos diez sitios“, comentó Richard Fullerel, presidente de Blacksmith Institute, entidad que ha realizado más de 2.000 evaluaciones de lugares contaminados en 49 países.
Esta es la primera lista de áreas contaminadas publicada por los dos grupos desde el 2007. En los años intermedios, explica el informe, se ha aprendido mucho acerca de los problemas de contaminación en los países de bajos y medianos ingresos.
Algunos casos
A nivel latinoamericano destaca la inclusión de un caso argentino. Se trata de la cuenca del río Matanza y su desembocadura en el Río de la Plata, conocida popularmente como Riachuelo, y que se ubica en las afueras de Buenos Aires, consigna Infobae.
El informe señala que 15.000 industrias descargan desechos en el río y que las plantas químicas son responsables de más de un tercio de la polución. Los niveles de cinc, plomo, cobre, níquel y cromo depositados en las riberas del Matanza-Riachuelo superan los niveles recomendados. Además -precisa el estudio- aproximadamente el 60% de las alrededor de 20.000 personas que residen en las cercanías de este río, viven en zonas consideradas inapropiadas para los humanos.
Aparece también en la lista de los diez más contaminados Chernobil, en Ucrania, donde todavía si viven las secuelas de la catástrofe nuclear de 1986, así como la localidad rusa de Norilsk, donde la minería y las plantas de fundición de metales pesados son señalados como contaminantes.
También en Rusia, Dzerzhinsk es señalada por las consecuencias de sus numerosas plantas químicas, que incluyen la producción de armas químicas.
En África, la planta de Agbogbloshie (Ghana), de tratamiento de desechos electrónicos, genera problemas de salud al quemar cables para recuperar el cobre del interior.El informe asegura que se han encontrado niveles de metales tóxicos en el suelo 45 veces más altos que el límite.
También en el continente africano, aparecen en la lista Kabwe, en Zambia, por contaminación de sus minas de plomo, y el Delta del Níger, en Nigeria, debido a la polución por hidrocarburos.
En Indonesia, el río Citarum, que suministra un 80% del agua utilizada en Yakarta, arrastra numerosos elementos químicos tóxicos provenientes de las plantas industriales de las inmediaciones.
La región indonesia de Kalimantan figura asimismo en la lista por la contaminación de mercurio y cadmio procedentes de la minería.
Por último, Hazaribagh, en Bangladesh, es señalada por la polución procedente de las alrededor de 250 curtiembres que utilizan métodos de procesamiento ya obsoletos.
No obstante, los esfuerzos realizados por los gobiernos de los países han ampliado en gran medida el conocimiento existente de los problemas de contaminación, concluye el informe.
Este es el top 10 de los lugares más tóxicos del planeta:
1.- Agbobloshie, Ghana
2.- Chernóbil, Ucrania
3.- Río Citarum, Indonesia
4.- Dzerzhinsk, Rusia
5.- Hazaribagh, Bangladesh
6.- Kabwe, Zambia
7.- Kalimantan, Indonesia
8.- Río Matanza-Riachuelo, Argentina
9.- Delta del Río Níger, Nigeria
10.- Norilsk, Rusia
En 5.000 años, Buenos Aires podría desaparecer
National Geographic elaboró un mapa interactivo que muestra cómo quedaría la Tierra si el calentamiento global derrite a toda la masa de hielo.
Buenos Aires podría desaparecer. ¿La razón? El calentamiento global que, de no detener su ritmo, en unos 5000 años derretiría toda la masa de hielo del planeta, que se volcaría al mar y cubriría ciudades como la capital argentina, Londres, Tokio, Lima, Nueva York, Barcelona, Shangai, Amsterdam y San Francisco, entre otras, según un mapa interactivo elaborado por National Geographic (NG).
«Si seguimos añadiendo carbono a la atmósfera contribuiremos a crear un planeta sin hielo y con temperaturas promedio de 27 grados en lugar de 14», advierten los especialistas que trabajaron en la proyección de lo que podría ocurrir si se desvanecen los cinco millones de kilómetros cúbicos de hielo distribuidos a lo largo y ancho de la Tierra.
En total, son siete mapas que muestran en detalle qué podría pasar en América del Sur y del Norte, Africa, Europa, Asia, Australia y la Antártida.
En América del Sur, la cuenca del Amazonas, en el norte, y la cuenca del río Paraguay, en el sur, se convertirían en las entradas del Atlántico, acabando con Buenos Aires, la costa de Uruguay y la la mayoría de Paraguay. Sobrevivirían extensiones montañosas a lo largo de la costa del Caribe y América Central.
En América del Norte, la costa atlántica se desvanecería junto con Florida y la costa del golfo. Mientras que San Francisco, en California, se convertiría en un grupo de islas y el valle central en una bahía gigante.
En comparación con otros continentes, África perdería menos extensión de tierra, pero el aumento del calor la haría mucho más inhabitable. Ciudades como Egipto, Alejandría y El Cairo serían inundadas por el Mediterráneo.
Londres, Venecia, los Países Bajos y la mayoría de Dinamarca podrían sufrir las peores consecuencias en Europa.
Y de Asia, China y Bangladesh, pobladas por cientos de millones de habitantes, se verían cubiertas por el agua, al igual que gran parte del litoral de la India.
Mientras que Australia ganaría un mar interior, pero perdería gran parte de la estrecha franja costera, en la que viven cuatro de cada cinco de sus habitantes.