«Independientemente de lo que pueda suceder, mi análisis de la temporada nunca será positivo», había avisado Gerardo Martino en la víspera de la final de la Copa del Rey. Y ni siquiera pudo qudarse con ese pequeño consuelo. Porque Real Madrid derrotó 2 a 1 a Barcelona, en el encuentro que definió el certamen y que se disputó en el estadio Mestalla de Valencia. En el ganador, que alzó su 20° trofeo, fue titular Ángel Di María, que marcó el primer gol, mientras que en el conjunto de Gerardo Martino jugaron Lionel Messi y Javier Mascherano.
Muy rápido lograron adelantarse los madrileños, que no contaron con Cristiano Ronaldo, lesionado, y que antes de los cinco minutos habían avisado dos veces, con remates del galés Gareth Bale, el primero desviado contra el palo izquierdo y el segundo desviado al córner por Mascherano. En su tercera aproximación, gritaron tras un gran contragolpe: Daniel Alves perdió el balón tres cuartos de campo rival, Bale combinó con Karim Benzema, quien la cruzó de primera. Di María, en diagonal desde la derecha hacia el centro, le ganó en velocidad a Jordi Alba y definió cruzado, para superar la floja respuesta de Pinto.
El gol despertó al conjunto de Martino, que se hizo dueño de la pelota y se plantó en el campo de un adversario que optó por replegarse masivamente, reforzar la marca sobre los ejes creativos del Barsa y aspostar al contragolpe, favorecido por la débil presión que sus jugadores recibían cuando recuperaban la pelota.
A Barcelona, que venía de dos derrotas al hilo -ante Atlético de Madrid y Granada- le faltó sorpresa para romper el cerco defensivo y se repitió en centros, sobre todo por intermedio de Alves. Así, la aproximación más clara fue un zurdazo de Messi desde afuera del área, a los 41 minutos, que salió cerca del palo izquierdo. El Merengue, en cambio, teniendo mucho menos el balón fue más peligroso, a partir de la explosión de Di María y Bale por los extremos.
El libreto no se modificó en el segundo capítulo y Real Madrid pudo haberlo liquidado, con un disparo de Bale que salió por arriba del travesaño y un zurdazo de Benzema que Pinto alcanzó a manotear sobre su palo derecho.
El Barsa, dueño de la pelota pero preso de la desesperación que le iba ganando la partida, ante la imposibilidad de vulnerar la zaga rival, empezó a intentar por senderos poco frecuentes. Primero avisó con un remate de Marc Bartra desde afuera del área que Iker Casillas envió al córner. Y a los 23 minutos alcanzó la igualdad: tras un córner desde la izquierda de Xavi, Bartra le ganó de arriba a Pepe y clavó un cabezazo al ángulo izquierdo que dejó sin chances a Casillas.
Parecía que el envión podía llevar a los catalanes a la victoria, pero el Madrid no flaqueó, aguantó las desprolijas embestidas y de contra se llevó todo. Tras un aviso del croata Luka Modric, que le ganó con el cuerpo a Sergio Busquets y soltó un bombazo que tocó el palo derecho y salió, a los 40 Bale levantó vuelo por la banda izquierda, corrió 60 metros, dejó atrás a Bartra, tocó de zurda ante la salida de Pinto y se fue a festejar.
A Barcelona solo le quedó tiempo para un intento final, con un remate de Neymar, de flojo partido, que repelió el palo. Una muestra más de que esta temporada parece demasiado torcida para un equipo que se había acostumbrado a festejar seguido y, casi seguro, cerrará la 2013/14 sin sonrisas.
MIRÁ LOS GOLES:
0
0
