Desde que Cristina Fernández tuvo la idea de comparar –para demostrar una supuesta superioridad- la economía argentina por sobre las de Canadá y Australia, aparecieron distintas evaluaciones donde nuestro país quedó muy relegado en varias materias. Pero el ranking más importante que atañe a índices económicos –además de motivos político, jurídicos, etc- de los que se conocieron en los últimos días es el de competitividad. El Índice Global de Competitividad que elabora el Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés) no solo muestra que la Argentina retrocedió 10 lugares y se ubica por debajo del centésimo puesto, sino que con respecto a Canadá (14) está a 90 puestos de distancia y con respecto a Australia (21) unos 83 escalones.
En otros ítems del mismo estudio las diferencias se acrecientan. Acerca del «persistente deterioro en las condiciones macroeconómicas», la Argentina se ubica en el puesto 111. También le da muy mal en acceso al financiamiento donde se ubica 143°, según informa este miércoles 04/09 el diario La Nación.
Pero donde los resultados son peores es en materia de la percepción que tienen los empresarios locales sobre la corrupción y los favoritismos del Gobierno. Los resultados están entre los peores del mundo: el puesto 145 entre 148 en materia de corrupción, el 147 en eficiencia gubernamental y el 146 en favoritismo de grupos o empresas.
En la región, la Argentina apenas supera a Paraguay, que cayó tres lugares al puesto 119 en el índice general.
Desde 2011 el país no hizo más que caer en este ranking. En la medición de ese año estaba en el puesto 85. Si hubiera mantenido el puntaje que lograba entonces todavía habría quedado por debajo de Guatemala, Bosnia y Camboya.