En ronda de medios, el gobernador Ricardo Quintela manifestó que «esta obra tiene que ver con un circuito de nuestras iglesias que son tan bellas y tienen una arquitecta igualmente hermosa, por lo que lo quisimos poner en valor no solo con refacciones sino iluminándolas y de esa manera resaltar las cuatro iglesias del microcentro. Queremos fortalecer el circuito turístico religioso como parte de las inversiones que venimos realizando al respecto».
En la oportunidad el obispo Dante Braida en su homilía dijo que «en casa ser humano habita Dios, por lo tanto cada uno es un ser sagrado». Y agregó que «un templo tan lindo como éste, es un lugar de encuentro con Dios y también para encontrarnos como familia de Dios».
Luego reseñó que «este templo fue construido tras el terremoto de 1894 y en 1915 fue inaugurado. Hubo mucho trabajo para construirlo por lo que a las generaciones posteriores nos toca mantenerlo, cuidarlo y aprovecharlo para cultivar nuestra fe».
«Por eso en la década de los 90 se hicieron varios arreglos en el camarín en el altar, ya en una época más reciente se reformó y se restauró todo el interior y ahora nos toca la parte exterior por eso los trabajos en este tiempo fueron afuera», detalló.
Seguidamente, obispo dio gracias a Dios «por la continuidad que se le va dando al mantenimiento de esta obra en distintas etapas y también dar gracias por todos los que trabajaron en la elaboración del proyecto, en la gestión, en el armado de los andamios, en la restauración y la última obra de la iluminación que tan linda queda». Asimismo agradeció por «las autoridades que dispusieron los fondos necesarios para esta restauración e iluminación» como también a los obreros que llevaron adelante los trabajos.
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