Esto publicó El Mirador en su edición de ayer sobre Perera:
El conflicto médico desatado la semana pasada y que promete acentuarse en la que se inicia, pone en jaque una gestión que sólo lleva tres meses con Marco Perera al frente de la cartera. Son más los rumores de renuncia, que la búsqueda de una posible solución al reclamo salarial de los profesionales de la salud.
La desacertada promesa de pagar 10 mil pesos como mínimo a los médicos, significa hoy la espada de Damocles que pende sobre la cabeza del médico-empresario. A tal punto, que fue excluido de las negociaciones con el gremio, haciéndose cargo del diálogo el ministro de Hacienda, Ricardo Guerra y su par de Gobierno, Claudio Saúl, en el marco de los parámetros de incrementos otorgados en la provincia.
El conflicto tiene final abierto, pues el paro de 72 horas podría acentuar el estado de incertidumbre que se vive puertas adentro del ministerio, pues ya existen denuncias sobre maltratos y renuncias de referentes de la salud, disconformes con la conducción de Perera.
Mientras la columna más importante del Diario de mayor tirada de la Provincia lo califica como ‘Ministro en Jaque’, Perera se desdice con el pasar de los días.
El jueves se ‘rió’ de los que ponían en duda su continuidad y aseguró que estaba todo perfecto. 24 horas más tarde, en el mismo medio, manifiesta que sería fantástico que Sonia Bosetti sea la nueva Ministra de Salud. Los rumores sobre su renuncia crecen con el correr de las horas. El poder ya lo perdió, ¿perderá también el cargo?.
MIENTRAS TANTO, SAÚL MEJORA PROPUESTA A APROSLAR
El Gobierno provincial presentaría una nueva oferta a los profesionales de la salud que reclaman incremento salarial. Sería de un 35 por ciento para los que menos cobran y un 28 por ciento para los que más perciben. En los últimos casos, los médicos estarían en el piso de los 10 mil pesos pretendido por el sector.
El ministro de Gobierno, Claudio Saúl, sostuvo que junto a los titulares de las carteras de Salud y Hacienda, Marco Perera y Ricardo Guerra respectivamente, están analizando y monitoreando la situación, siguiendo de cerca cada instancia para llegar a buen puerto con la Asociación de Profesionales de la Salud (APROSLaR).
En este sentido, Saúl remarcó que “el Gobierno viene demostrando la excelente predisposición a través del diálogo respetuoso, responsable, cordial y racional de hacer frente a las demandas que nos plantea la comunidad en todos los sectores de actividad económica de nuestra Provincia”, y destacó que “en materia salarial, La Rioja es una de las pocas provincias que en el contexto nacional ha llegado a un aumento a mayo, donde los trabajadores que menos cobran han tenido un incremento del 31 por ciento”.
Lo mismo para quienes trabajan en el sector de Salud y para los que menos ingresos tienen, que llegaron a los 1.600 pesos en la quincenita y a un 39 por ciento.
Para ambos casos, dijo que el tema no está cerrado definitivamente, ya que si “la situación amerita y siempre que tengamos los recursos, hablaremos nuevamente sobre la posibilidad de un retoque por noviembre, tal cual lo ha manifestado el Gobernador”..
Respecto a los profesionales de la Salud y en base a las posibilidades reales del Gobierno, indicó que estarían con un aumento del 35 por ciento los que menos cobran y un 28 por ciento para los que más cobran, donde estos últimos ya llegarían al piso de los 10 mil.
Saúl afirmó que “el ofrecimiento nos parece más que razonable, teniendo en cuenta los porcentuales que venimos otorgando, para no romper la pirámide establecida y otorgar aumento con criterio de solidaridad, comenzando por los que menos perciben”.
Además, el ministro de Gobierno recordó que “hemos tenido especial atención con ellos por su responsabilidad médica al momento de cumplir con sus funciones. Hay que recalcar que esta demanda, la salarial, no es la única que tenemos”.
Sobre este punto amplió “ésta es una entre miles, pero queremos ser responsables con los fondos públicos de la Provincia que inexorablemente deben ser correctamente administrados, no podemos, irresponsablemente, poner en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas que el Gobierno ha conseguido en un trabajo de varios años”.
“Estoy convencido de que si al debate le ponemos mucho diálogo, acompañado de mucha paz y dejando de lado las mediocridades plagadas de intereses subalternos, que nada tienen que ver con el servicio de salud, llegaremos a un importante acuerdo”, concluyó Saúl.