Kevin Bollaert, de 27 años, publicaba las imágenes en su página YouGotPosted junto con detalles personales de las víctimas, como su dirección o su número de teléfono.
Luego, a través de otro sitio web llamado changemyreputation.com pedía a las mujeres hasta US$350 por retirar las fotografías.
Las autoridades creen que en el último año Bollaert -quien subió a la red más de 10.000 imágenes- obtuvo miles de dólares gracias a esta práctica.
Según recuerda desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, el pasado mes de octubre entró en vigor en California una ley que pretende acabar con el «porno de la venganza».
La norma, que prevé penas de hasta seis meses de prisión, tipifica como delito subir imágenes a la red de una persona desnuda o semidesnuda cuando haya intención de ocasionar un daño emocional.
En el caso de Bollaert no se aplicó esta ley, sino que fue acusado de robo de identidad y extorsión.
En general no es sencillo cerrar los sitios web que practican el «porno de la venganza» debido a las leyes que regulan la publicación de imágenes en la red, que muchos consideran están desactualizadas.
En EE.UU. los abogados de los propietarios de páginas que publican este tipo de material se escudan en la Ley de Decencia en las Telecomunicaciones, asegurando que el delito lo comete el usuario que sube las imágenes y no los dueños de los sitios web.
La manera más efectiva de que el contenido sea retirado de Internet -o al menos de buscadores como Google- es utilizando las leyes de derechos de propiedad intelectual.
Si la persona que aparece en la foto también la tomó, puede alegar que con la publicación de la imagen sin su autorización se están violando leyes como el Acta de Derechos de Autor Digitales del Milenio, que busca impedir que contenido con copyright sea pirateado en internet.
0
0
