La obra compuesta por Pica Juárez y Ramiro González se presentó nuevamente en nuestra provincia al conmemorarse 150 años del asesinato del Chacho Peñaloza. Además de sus autores, estuvieron presentes las cantoras Natalia Barrionuevo y Gloria de la Vega. Fue en el Nuevo Teatro Víctor María Cáceres.
La obra también se presentará en Olta y se prevé ponerla en escena nuevamente en la ciudad Capital dentro de un mes.
La obra poético musical creada por los cantautores riojanos Ramiro González y Pica Juárez, pisó nuevamente suelo riojano este pasado lunes 11 en vísperas de un nuevo aniversario del asesinato del caudillo riojano.
Esta vez con cambios de elenco y modernizaciones técnicas, la figura del Chacho recobró vida una vez más, hecho canción, en las gargantas de los mayores exponentes del canto riojano: Ramiro González, Pica Juárez, Natalia Barrionuevo y una nueva integrante para esta renovada puesta en escena, Gloria de la Vega.
Con entrada libre y gratuita la sala del Nuevo Teatro Víctor María Cáceres se completó, inusualmente, del público más popular de nuestra ciudad, a pesar de toda su variedad, el sentimiento de orgullo era idéntico en cada aplauso y ovación que recibió el reestreno de «Padrecito de los Pobres».
Esta renovada función de la obra, que fuese declarada en el año 2002 de interés cultural y educativo por la Honorable Legislatura de la Provincia de La Rioja, incorporó una nueva voz a su destacado elenco, la voz de Gloria de la Vega. De esta manera, junto con sus autores Pica Juárez y Ramiro González más la gran voz de Natalia Barrionuevo, se desarrolló a sala completa la emblemática obra que da cuenta de la vida del ícono del caudillismo en La Rioja.
Su vida, su amor, su montonera, sus relaciones políticas, pero sobre todo su heroísmo, liderazo, valentía y coraje fueron puestos sobre el escenario de excelente manera, por los interpretes, y ejecutantes, un amplio y destacado grupo de músicos entre los que se encontraban Franco Ruíz, Andrés Cejas, Pedro Hernández, Jorge Gigena, Facundo Flores y Andrés Ramos.
Con una voz protagonista en cada tema, y las demás acompañando y reforzándola, se desarrollaron una seguidilla de secuencias de manera cinematográfica, estimulando la imaginación de los presentes, mediante pausas bien colocadas, silencios sentenciosos, y efectos sonoros que remontaron a aquella tierra de caudillos. Sonaron «La Montonera», «Cantor del pago», «Árida copla caudilla», «Vidala sobre vidala», «Los Amanecidos» entre otros.
Las proyecciones con imágenes del film «La Gran Víctoria del Chacho», en correlación con los cantos, los sentidos relatos evocando cada pieza de la obra, a cargo de Aldo Zamora, las cuadros de baile ideados por el Rioja Ballet y la gran personificación del caudillo en la proclama «El Grito de Guaja» en manos del actor Rodolfo Maraga fueron condimentos necesarios para la eterna ovación final que el público les brindó, de pie.
Fuente: La Coplera
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