Papelón. La policía de La Rioja sumó un nuevo escándalo. Un vecino de la capital riojana, Ariel Llabot, estuvo 13 horas acusado de cometer un robo que no cometió. Y se sospecha que todo se originó en una falsa denuncia.
Llabot había ido a jugar al fútbol en la noche del viernes. El reloj marcaba la 1.30 de la madrugada cuando regresaba a su casa en su Chevrolet Celta gris. Un patrullero lo frenó. A punta de pistola, lo bajaron, lo tiraron contra el piso y lo esposaron. Le leyeron sus derechos. Y lo enviaron a la alcaidía.
“Se equivocaron, pero tenían que tener la razón; me detuvieron inventando que fue por disturbios. Yo no entendía nada, me trataron como un delincuente”, denunció Ariel Llabot.
Aunque escuchó que un jefe decía que no era el vehículo que buscaban, lo metieron preso. Estuvo hasta las 14.30 en la alcaidía. “Me quisieron poner que yo me había dado a la fuga. Me dijeron que había cometido un delito contravencional; me trataron como un delincuente, me pegaron un culatazo”, denunció con bronca..
La policía aseguró que buscaban al autor de un robo sobre la calle Chumbicha, pero algunos creen que, en realidad, lo confundieron con una falsa denuncia. Alrededor de las 23 del viernes, Miguel Ángel Villafañe, empleado de una empresa distribuidora de lácteos y verduras de La Rioja, se presentó en la comisaría de Chumbicha, en Catamarca. Dijo que había sido víctima de un asalto armado, que los ladrones le habían robado entre 50.000 a 70.000 pesos y que escaparon en un Chevrolet Corsa gris.
Al final, el denunciante se quebró y confesó que había perdido el dinero, que había inventado todo.
*Imagen Ilustrativa